lunes, 14 de junio de 2010

Una retirada a tiempo


Por: Pablo Méndez

Raúl prosigue con el “cambia-cambia”, y ahora le tocó el turno al ministro de la agricultura General de División Ulises Rosales del Toro, liberación otorgada para que dicho funcionario asuma a tiempo completo la vicepresidencia del consejo de ministros en las esferas de la agricultura, industria azucarera, y alimentación. Lo cierto es que el desempeño del señor general de dos estrellas, (según califican los cubanos que observan los acontecimientos desde el fondo de la furnia), no es satisfactorio, ya que en el período trascurrido desde su nombramiento no se han advertido avances sustanciales—al contrario— los desabastecimientos han empeorado, y los precios continúan dando por el trasero.
Asimismo queda al frente del citado organismo el Ing. Gustavo Rodríguez, un civil que fungía como vice-ministro primero del sector. Del mismo modo, también se proyecta por parte de la dirigencia partidista dividir la provincia de la Habana en sendas jurisdicciones que asumirán los nombres de Mayabeque, y Artemisa, con el fin de procurar un mejor control administrativo, y agrícola. Sin embargo—la vox pópuli alega—que “este experimento” sólo traerá más funcionarios; más burocratismo, más desvíos de recursos, más asignaciones de automóviles, más gasto de gasolina, más robo, más corrupción, y a fin de cuentas, los problemas continuarán, puesto que son muchos los que argumentan—“que si en cincuenta años de socialismo no se han podido igualar los niveles de producción agrícolas y ganaderos pre-revolucionarios, tampoco serán logrados con cincuenta años más de centralismo”—
Hoy por hoy, aunque manden miríadas de E-mail al periódico Granma, con proposiciones reformistas que recomiendan dar pasos hacia una economía de “mercado controlada”, las muchedumbres de adictos al socialismo cada día decrecen en progresión geométrica con relación a sus detractores, por tanto—sí por sólo 24 horas—se estableciera una política de “Glasnov”, donde los inconformes pudieran hablar ante los medios sin ningún tipo de restricciones, y represarias—yo aseguro—que las mayorías culparían al socialismo de las vicisitudes vividas como sucedió en la URSS en la época de Gorbachev. También los comentarios aluden que los críticos de las formas capitalistas de producción y el establecimiento del “dueño”, son los que temen a “ese señor” que los pondrá a trabajar y les sacará el jugo, aunque paradójicamente un conocido proverbio cite lo contrario cuando enuncia elocuentemente de que “el trabajo hizo al hombre”.
Raúl proseguirá en su marcada intención de salvar el socialismo; militarizará la economía, podrá encarcelar, edificará miles de GULAG, establecerá la ley marcial indefinidamente, pero sólo logrará un modo más primitivo de retardar el final. Porque el sistema está condenado a desaparecer. Considero que la praxis de medio siglo de desaciertos lo ha demostrado con creces.

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