lunes, 24 de mayo de 2010

¡Todas somos Damas de Blanco!


Por: Pablo Méndez

Exclamaron ante la prensa acreditada— ¡“todas somos Damas de Blanco”!—, como respuesta a las maniobras de excluir a las “Damas de Apoyo” que engrosan el grupo de féminas que domingo tras domingo, y tras concluir la liturgia en el santuario de Santa Rita de Miramar, marchan por la 5ª avenida, rezan un Padre Nuestro, un Ave María, demandan libertad para los presos políticos, y al unísono, reiteran sus reclamos de — ¡libertad, libertad, libertad!—
A la sombra de los ficus del parque Mahatma Gandhi, Laura Pollán, líder del grupo, comentó ante los micrófonos que las conversaciones con el cardenal Jaime Ortega efectuadas el viernes en la sede del arzobispado habanero—“no arrojó ningún resultado”—debido a que las negociaciones con el gobierno, no se efectúan de forma directa sino a través de la persona de su eminencia que al mismo tiempo recibe sus demandas, y se las comunica al régimen. Sin embargo, se vislumbra un clima de optimismo, tras la expresión por parte del cardenal de que habrá—“buenas nuevas”—“y todo está en manos de Dios”—También, recibieron información del traslado de algunos prisioneros. Entretanto, el grupo coreó— ¡Zapata vive!—ante las videocámaras de los “segurosos”, que acudieron también al evento con la misma vestimenta de cuando cubrieron las arremetidas de las turbas.
La semana pasada, el general de ejercito Raúl Castro recibió en su despacho del Consejo de Estado al cardenal Jaime Ortega, cuya mediación, procuró finalizar la oleada violenta desatada por las porras de “respuesta rápida” en su afán de impedir las marchas de las Damas de Blanco. Sin embargo, sus arranques fascistoides, sólo lograron que se volcara un rechazo internacional hacia el régimen, cuya imagen de violador de los derechos humanos se ha exacerbado tras la muerte del prisionero político Orlando Zapata. Lo cierto es que—luego de su derrota—la gubernatura totalitaria de Raúl se esforzará en liquidar el foco de resistencia representado por las mencionadas Damas—y se supone—que a través de la gestión del canciller de la Santa Sede, se logre la excarcelación, y la partida al exilio de la mayoría de los presos de conciencia encerrados tras los sucesos conocidos como “La Primavera Negra”.

Muppet show guajiro


Por: Pablo Méndez

Sombreros alones, tabacos—bueno—“pinchines” estuvieron los delegados al congreso de la ANAP, alguien me comentó que no parecían campesinos, puesto que no se destacó entre los presentes el arquetipo de piernas arqueadas, rostros curtidos, y el tradicional desfile de guayaberas. Asimismo en la Sala Universal de las FAR, se produjo la apertura del sector más cuestionado de los últimos tiempos. Cónclave presidido por el generalísimo Raúl Castro, y la mayimbada de: Lugo Fonte, Ulises Rosales, y Marino Murillo— ¡claro!— como era de esperarse las intervenciones emitieron; loas a la revolución, compromisos, consignas, décimas, y el copón divino. Mientras tanto, los agro-mercados continúan desabastecidos, y los precios dando por el trasero.
Prácticamente al mismo tiempo, en el festival de telecentros se premiaba el documental producido por los estudios de Televisión Serrana—“¿A dónde vamos?”—en el cual se expone, la pervivencia de los guajiros de la Sierra Maestra, aludiéndose por boca de los entrevistados; el retorno de los cuatreros, la inmigración de los montañeses, las dificultades con el transporte, carencias de botas, herramientas, y de como se echaron a perder volúmenes considerables de frutas y viandas a la espera de ser acarreadas por el MINGRI, sin embargo, contradictoriamente los delegados exigen más producción. De igual forma, fue patentizada la no rentabilidad del sector cafetalero, debido a que las tarifas estatales ocasionan más pérdidas que ganancias a los productores.
También a través de Cuabavisión, fuimos testigos de como los campesinos de provincia Habana exigían a los acopiadores estatales (los únicos que pueden comprarles sus mercancías) que sus producciones de ajos fueran recibidas, so pena de perderse por el déficit de almacenes, sin embargo—y a ultranza—un funcionario estatal alegó a los periodistas—“Que estaba cumpliendo con el proceso establecido”—
Bueno lo cierto que antes del año 1959, sin tantos bombos y platillos, de Reforma Agraria, con métodos más rudimentarios, menos avances tecnológicos, y menor cantidad de personal calificado, las producciones ganaderas, agrícolas, y azucareras, ocupaban lugares significativos a nivel de continente—y los más viejos—pudieron apreciar, como los contenedores rebosantes de mercaderías agrícolas (entre ellos se destacaban las frutas) se introducían en los ferris anclados en la bahía habanera y se exportaban a los EE UU, mientras los expendios de las redes minoristas permanecían abarrotados con similares productos. Pero la economía de mercado existente en aquellos tiempos marca la gran diferencia con la centralización actual, algo tan simple de comprender—pero a la vez—difícil de asimilar por los adictos al socialismo.
Los consultados expusieron su desesperanza, ante una posible resurrección de la agricultura cubana, que sigue encallada, sin perspectivas de navegar hacia una liberalización que fulmine las trabazones estatales. No obstante, los más optimistas citaron que todo no “es malo”—y ejemplifican jocosamente—que el cultivo de marabú, se ha elevado a niveles sin precedentes en los últimos años.

Culturales de fin de semana


Por: Pablo Méndez
La zarzuela María la O, del celebre Ernesto Lecuona, representada una vez más por la compañía del Teatro lirico Nacional, no brilló tanto como en otras ocasiones a pesar de haberse trasfundido con nobeles figuras de la escuela de canto lírico—por supuesto—reconozco que se escucharon timbres interesantes, pero la puesta exteriorizó carencia de entusiasmo—principalmente—en las escenas danzarias donde se respiró inseguridad por parte de los ejecutantes. También deslucieron los desplazamientos actorales paralelos al público, o en círculos, algunos personajes secundarios se enfatizaron en planos favorables opacando a los protagónicos, del mismo modo, se percibieron chirridos de poleas con el izaje de los telones que hicieron estallar risotadas entre el público presente—por cierto—se evidenció la inquietud por parte de actores y cantantes, penados a desplazarse en un angosto sector del escenario debido a las dificultades acústicas del Gran Teatro de la Habana, surgidas tras las remodelaciones que ampliaron el escenario, y modificaron el foso orquestal, cuyos propósitos favorecen los requerimientos de la Compañía Cubana de Ballet dirigida por Alicia Alonso, en detrimento del genero lírico que lucha por ajustarse a las condiciones adversas, sin embargo, cabe reconocer el trabajo realizado, además del esfuerzo y consagración de sus artistas.
Asimismo, enfilamos hacia el Anfiteatro de la Habana, y tras el cañonazo ( como es tradicional en el enclave del casco histórico) arranca el espectáculo “La vuelta al musical en 70 minutos” consistente en un collage de escenas del: El Fantasma de la Opera, El Jorobado de Nostra Dame, La Sirenita, Rey León, Hércules, Cenicienta, La Bella y la Bestia, coreografiados al estilo de los musicales de Broadway—que sin tantos bombos y platillos publicitarios—entregan un recuadro rítmico bien imbricado, y al mismo tiempo digno de elogiar, en cuya puesta se resalta el colorido de un vestuario y elementos escenográficos diseñados con buen gusto, vinculado al excelente trabajo que atrapa la atención del público asistente—dejándonos en ascuas—al finalizar la función. Dicho evento, es organizado por la oficina del historiador de la Ciudad, y es dirigido por Alfonso Menéndez. Entre las voces del lance se destacan las de José Luis Pérez, Olivia Méndez, Cristian Arencibia, Ofelia Puig, Bernardo Lichilín, Javier Ponsoda, Ariel Venero, Yeili Peña, Milagros de los Ángeles Soto, Liagne Reina, Carlos Sosa, Luanda Suarez, y Coco Freeman. También se destacó el elenco de coreutas y bailarines.

lunes, 17 de mayo de 2010

Mariela, y el tercer sexo


Por: Pablo Méndez

A Mariela Castro solía vérsele a menudo, montada en las guaguas, apachurrada entre el gentío sudoroso—y lo hacía— solicitando la venia de sus compañeros de viaje, en su afán por trasladarse al Pre con su uniforme escolar y sus cuadernos terciados a la altura de su torso. Trascurría el año 1980. Una época convulsionada por el estallido de los sucesos de la Embajada del Perú, en cuyo encuadre histórico la prensa encabezada por el periódico Granma actualizaba diariamente el numero de embarcaciones que arribaban al puerto del Mariel; convocaba a marchas combatientes, actos de repudio, las turbas propinaban golpizas, cuando las víctimas se refugiaban en sus casas les cortaban el gas y la luz, le vociferaban consignas, y al mismo tiempo le rotulaban obscenidades en los frontis de sus viviendas. Entretanto, a escasos metros de la residencia de los Castro-Espín (en aquel entonces sita en la avenida 26 del Nuevo Vedado), un gigante de trapo se balanceaba colgado de la balaustrada del domicilio de Carlos Berenguer—cuyo hogar—fue sometido a un “bloqueo genocida” por parte de las porras. Torciendo hacia el Este, se eleva el edificio Sierra Maestra, sede del MINFAR, donde Idalberto Stable comisario político de la UM 3422, pronunciaba impetuosas arengas—¿Quién era este señor?—pues un coronel atiborrado de condecoraciones por su participación en la lucha clandestina, la Sierra Maestra, las campañas internacionalistas, y contaba con una prestigiosa hoja de servicios a la revolución—según comentarios—pronto integraría la membrecía del Comité Central, y como trofeo de belicosas hazañas exhibía un amplio repertorio fotográfico donde posaba junto a los máximos dirigentes del país. Concordando con este momento, en la estación policial de Dragones, un joven mostró su carné de identidad, se declaró homosexual, y al mismo tiempo demandó un lugar entre las miríadas de “delincuentes” que pretendían abandonar el país. La respuesta del agente fue un tratamiento hosco, y como refuta el joven exclamó: — “¿No me creen?, ¡Pues sepan que me estoy echando a un coronel del ejército!”—Con prontitud el caso fue transferido al CIM, se hurgaron pistas, los contra-inteligentes compactaron un dossier con todas las evidencias periciales, cuyo volumen conteniendo las pruebas fotográficas y las grabaciones magnetofónicas fue depositado sobre el buró del ministro de las FAR, y en cuestión de días el coronel Stable fue puesto de patitas en la calle. A partir de ese instante, en los pasillos del MINFAR ya no se hablaba del héroe, ni se reconocían sus meritos, al contrario, la oficialidad lo denigraba por su condición homosexual.
Veintitantos años más tarde, irrumpe Mariela Castro ya convertida en una competente profesional, y diplomada como máster en sexología que dirige el CENESEX—y como es obvio—cuenta con el empuje proporcionado por el ADN de su padre—y utilizando tal prerrogativa—Mariela encabeza un levantamiento más, “La revolución del tercer sexo”. Ella se esfuerza en combatir la homofobia; organiza numerosos fórums, conferencias, promociona la legitimación del matrimonio gay, cambios de sexo por vía quirúrgica, proyección de filmes porno-homosexual, organiza marchas, se exhiben spot televisivos donde los travestidos recomiendan el uso del condón, y hoy por hoy, se rueda una telenovela en horario estelar que incluye entre sus conflictos el lesbianismo—lo cierto—es que el trabajo de Mariela, también cuenta con un numeroso grupo de detractores—mejor dicho—opositores, que ven en la citadas libertades del tercer sexo un acto pecaminoso y contranatural, que atenta contra la familia, la fe cristiana, incitan a la perversión, y tales hechos transcurren en un país, donde existe una ley supuestamente defensora del desarrollo normal de las relaciones sexuales.
Por cierto las actividades de Mariela tienen sus antecedentes—por allá—por la época del II Reich, cuando Magnus Hirshfeld—un homosexual declarado—fundó en 1897 un comité científico humanitario con un nombre aparentemente inofensivo, y en sus publicaciones propagó el polémico ideal que el homosexualismo era un “tercer sexo”, cuya orientación se debía en mayor medida a factores congénitos, que ambientales, y su objetivo era abolir el párrafo 175 del Código Penal del Reich que declaraba ilegal “la actividad indecente”. Asimismo el gobierno del estado de Prusia le otorgó una subvención para convertir dicho comité en un Instituto de Ciencia Sexual—No obstante—hacía 1912, Berlín ya se había transformado en un centro de disturbios sociales, y sexuales que hicieron florecer un escenario gay-lésbico, y los críticos, vincularon estas tendencias a lo que consideraban la decadencia inminente de la familia alemana, que sumado a otras condiciones favorecieron el ascenso del partido Nazi—y con ello—numerosos homosexuales fueron a dar con sus pellejos a las cámaras de gas en Treblinka y Auschwitz.
Volviendo a Cuba muchos están preocupados por el exacerbo que ha tenido la actividad gay—y también comentan—que si tanto es censurable que una joven heterosexual se emperifolle con una falda corta, y recorra los bordes de las calles con el objetivo de alquilar su vagina, no menos repulsiva será que dicha profesión también sea practicada por un travestido, por tanto, consideran que manifestar el rechazo a esta actividad no puede tomarse como un acto homofóbico, aunque contradiga el alto nivel de propaganda desatado por el CENESEX. A pesar de ello, conozco algunos homosexuales, y los considero personas magníficas, de buenos sentimientos, y no sólo eso, también son, trabajadores, honestos, decentes—además—he escuchado con atención sus espeluznantes vivencias en los campos de concentración de la UMAP, más los subsiguientes maltratos de un gobierno homofóbico que aún no ha suplicado perdón a sus víctimas—entonces pregunto—¿por qué la imagen del homosexual debe ser la de un depravado?, a mi entender esa conducta no merece comprensión, ni respeto—del mismo modo—creo que la directora del CENESEX necesita escuchar a aquellos personas afectas a su mismo sexo, que hastiados de un mundo perverso buscaron a Dios, y se entregaron a él.
Si Mariela se empeña en satisfacer las fantasías de sus protegidos—yo le hago una proposición— ¿por qué no funda un Gaylandia? Tal vez, pueda convencer a su padre para que el MINFAR le ceda las instalaciones de la Casa Central de las FAR, allá podrán hacer actividades culturales, pasarelas, se podrán impartir interesantísimas conferencias, tal vez el ex-coronel Stable, describa con lujo de detalles sus experiencias en las filas del partido, y las fuerzas armadas, porque soy de la opinión de que todos los homosexuales—sin excepciones— merecen el derecho de ser militantes del PCC, y miembros de las FAR, puesto que si la directora del CENESEX, no considera que el desenfreno de la conducta gay y lésbica pone en peligro a la familia cubana—supongo—que tampoco creerá que la institución que mantiene en el poder a su padre corra la misma suerte.

Lussón un material reciclable


Por: Pablo Méndez

Aún recuerdo la época de Lussón como ministro del trasporte. Lo asocio con las guaguas Girón, aquellos autobuses “Made in Cuba”, con motores japoneses que trasmitían calor hacia el interior, y a menudo soltaban las puertas a lo largo de sus recorridos—por cierto—el “truene” no fue motivado por incompetencia, más bien, los comentarios aludían que lo sacaron gracias a la ostentación desenfrenada de sus descendientes; la remodelación para uso personal de una estupenda mansión, más la celebración de una fiesta familiar que utilizó como pista bailable la cubierta de un mercante surto en alta mar.
Ahora Raúl, empuña el cucharon para sacar a Jorge Luis Sierra Cruz de su ajiaco verde olivo, gabinete a todas luces constituido por una junta castrense que garantizará al caudillo la verticalidad necesaria para convertir a la isla en un gigantesco cuartel—por tanto—y como era de esperarse el motivo de la antedicha remoción del señor ministro del transporte fue informada por los medios, aludiendo al cliché de “errores cometidos en el desempeño del cargo”, subterfugio que exacerba los comentarios callejeros—donde se asevera— que el “compañero” Sierra Cruz también miembro del Polit-Buro, se opuso rotundamente a derrochar el petróleo para la celebración del 1º de Mayo, mientras otros confirman su trasmutación al bando “perestroiko”, y el resto alega que estaba enchumbado hasta los tuétanos en la “explosión” del presidente de la Aeronáutica Civil de Cuba, general de división Rogelio Acebedo.
Asimismo, la vacante de Sierra Cruz en la vicepresidencia del consejo de ministro pasó a ser ocupada por Lussón, y el octogenario general de dos estrellas, irrumpió en la pantalla de Cubavisión, protagonizando un reportaje desde la provincia más oriental de Cuba, donde las videocámaras lo enfocan enfrascado en el proceso de revitalización del transporte ferroviario— que demanda según su intervención— la reparación de más de 6000 Kilómetros de líneas; la recalificación del personal a cargo, y un desembolso—no se citaron cifras— para ciertas inversiones en el dañado sector, (y aunque no lo mencionó en su efímera alocución), también tendrá que enfrentarse al fiasco de las locomotoras chinas, que según informaciones—en off record—ya presentan agrietamientos en las estructuras de sus chasis—y además—debe agregar a la lista, el déficit de obreros calificados en los talleres, las indisciplinas en ómnibus urbanos, el canibalismo producto de la carencia de piezas de repuestos, el robo, la corrupción, y la incompetencia. Bueno los expertos en la materia reiteran, que a Lussón no les alcanzarán las afeitadas que le quedan para arreglar el potaje.

lunes, 10 de mayo de 2010

Al sur de Arizona


Por: Pablo Méndez
La gobernadora de Arizona Jan Brewer no hizo más que utilizar su estilográfica, y ello constituyó un detonante para las protestas por la ley de inmigrantes SB 1070, promulgada y al mismo tiempo respaldada por más del 70% de una población del estado consistente en más de 6,6 millones de habitantes—que hasta la fecha—ha estimado el numero de indocumentados que pululan por su territorio en más de 460 000.
Asimismo—por la más mínima, y razonable desconfianza—los sheriffs de Arizona podrán pedir la documentación de todos aquellos ciudadanos que levanten sospechas, y lo harán con la animosidad de garantizar la seguridad de una nación amenazada por el terrorismo.
Bueno lo cierto es que los protestantes califican la controversial ley de racista, y paradójicamente enarbolan sus pancartas en una federación que colocó por vía democrática a un afroamericano en su silla presidencial, gracias a una abrumadora mayoría de votos electorales, y cuya administración, al igual que las anteriores—hasta ahora— no ha encaminado ninguna solución al problema de la inmigración.
Pero mi enfoque colima sus coordenadas más al sur de Little Rock, hacia ese conglomerado de naciones populistas que hablan el castellano, y en fecha reciente efectuaron una cumbre para tratar problemas “netamente latinos” otorgándose la prerrogativa de excluir del selecto cónclave, nada más y nada menos, que a sus vecinos norteños de EE UU, y Canadá.
Pues contradictoriamente estas naciones, cuyos gobiernos tanto critican, y desprecian “al norte revuelto y brutal”, son los productores de estos indocumentados, y al mismo tiempo se benefician de las remesas tributadas por los “esclavos de nuevo tipo”, que aumentan cada año los guarismos de sus respectivos PBI. Sin embargo, lo más aberrante de esta historia es que las gruesas millonadas van aparar a las arcas de los gobernantes corruptos, o de igual forma son empleadas en comprar multimillonarios paquetes de armas a Irán (acérrimo enemigo de EE UU), China, y Rusia.
De la misma manera derrochan las utilidades en campañas populistas, cuyos regímenes empobrecen más a sus pueblos, y al mismo tiempo los estimulan a emigrar hacia la cultura del spanglish, donde existe un nivel de vida superior, imposible de ser alcanzado bajo estos gobiernos latinoamericanos que recurren a justificar sus desaciertos mediante formulas antiimperialistas.
Igualmente, y dentro de esta geografía, los cubanos somos humillados a diario, cuando la policía política nos obliga a identificarnos cuantas veces les venga en ganas—y sobre todo—los más victimados son los ciudadanos negros. También el estado totalitario controla a través de los CDR, y mediante un registro de direcciones el lugar donde reside cada habitante del país—es más—constantemente las autoridades realizan deportaciones a otras provincias desde la capital, y jamás he escuchado por parte de los amigos latinoamericanos una protesta para calificar de racista o excluyentes las leyes del régimen castrista.
Sin embargo, años tras años, (y pese a que estamos incluidos en la lista de naciones terroristas) más de 20 000 cubanos emigran a EE UU de forma legal, y los oficiales de inmigración no les censuran por ser esbirros, chivatos, espías, o sazonar las “caldosas” en los mítines del CDR—simple y llanamente— le abren las puertas a la libertad, algo que tampoco ha sido mencionado por nuestros hermanos latinoamericanos. Además, el gobierno del presidente Calderón, deporta a miríadas de cubanos que arriban a las costas mexicanas para salvar la frontera hacia EE UU en busca del mundo libre. Actitud que le invalida de fuerza moral para criticar la antedicha ley.
Ahora—volviendo a EE UU—considero que si un individuo llega a un hotel de Nueva York, y se registra con el nombre de Napoleón Bonaparte, y resulta prohibido solicitar su identificación para comprobarlo porque el lance viola sus libertades constitucionales—es algo que a mi modo de entender—debe analizarse.
Si en EE UU hubiera existido una ley SB 1070 en el año 2001 —me atrevo a asegurar—que cuando la Mossad depositó sobre la mesa del FBI la lista de secuestradores encabezados por Mohamed Atta, sus cuerpos de seguridad hubieran salvado miles de vidas, y los ojos del mundo no hubieran presenciado esas tremebundas imágenes del desplome del World Trade Center.

Multitudes, y tiranías


Por: Pablo Méndez

El pasado 1º de mayo—como desde hace 50 años—desfilaron las multitudes; se escucharon consignas, himnos, se enarbolaron pancartas, lienzos. Una ciudadana española puntualizó al sistema informativo de TV: “Qué sería bueno que el mundo a través de Internet comprobara la alegría que sienten los cubanos”—y aseguró—“que nadie acudió obligado a la marcha”. Por otra parte, los que fueron entrevistados por Cubavisión reafirmaron su apoyo a la revolución; condenaban la campaña mediática, pedían libertad para los cinco espías, el cese del bloqueo, daban loas al socialismo, y a sus dirigentes. Sin embargo, pese a mi observancia meticulosa del evento—confieso mi frustración—de no haber advertido entre las miríadas de carteles alguno que reclamara; aumentos salariales, circulación de una sola moneda, ajuste de precios en redes comerciales, o al menos, una leve insinuación de las tantas peticiones que a diario escucho por bocas de los mismos trabajadores que honraron la manifestación.
No obstante, la Vox pópuli compara el majestuoso desfile, con los acontecidos—por allá—por la Alemania Nazi de la primera mitad del siglo pasado, donde las multitudes también exclamaron su apoyo a la abominable dictadura del caudillo Adolfo Hitler—y estimulado por el paralelismo—me esforcé en desapolillar algunos textos, y por ahí van los tiros con algunas reflexiones que localicé.
…“La psique de las masas no es receptiva a algo que sea débil, o tenga un sentido a medias (…) Las masas quieren más a un comandante que un suplicante”… Adolfo Hitler en el “Main Krampf”
…“Conseguí también darme cuenta de la importancia del terror inducido al individuo y a las masas (…) El terror en el lugar de trabajo, en la fábrica, en el lugar de reunión, y con ocasión en las manifestaciones de masas, tendrá siempre éxito, a menos que se oponga un terror igual”… Adolfo Hitler en el “Main Krampf”
…“Toda la propaganda debe ser popular, y su nivel intelectual debe ajustarse a la inteligencia más limitada que haya entre aquellos a los que se dirige. En consecuencia cuanto mayor sea la masa a la que se pretende llegar, más bajo habrá de ser el nivel intelectual que deberá tener (…) La receptividad de las grandes masas es muy limitada, su inteligencia es pequeña, pero su capacidad de olvido es enorme. Como consecuencia de estos hechos, toda propaganda efectiva debe limitarse a pocos puntos, y debe insistirse sobre ellos, por medio de consignas hasta que el último miembro del publico comprenda lo que quieres que perciba con tu consigna”… Adolfo Hitler en el “Main Krampf”
…“La propaganda siempre debe estar dirigida a las masas, y hay que apelar a sus emociones más que a la razón, porque la gente en su aplastante mayoría es tan femenina por su naturaleza y actitud, que el razonamiento sobrio determina sus pensamientos y acciones en mucha menor medida que la emoción y el sentimiento. Finalmente la propaganda debe y tiene que ser continuada e invariable en su mensaje. Nunca debería admitir ni una sombra de duda en sus afirmaciones, ni atribuir la más leve sombra de razón a las afirmaciones de la otra parte”... Adolfo Hitler en el “Main Krampf”
… “La nacionalización de nuestras masas, sólo podrá conseguirse, cuando además de toda la lucha positiva por el alma de nuestro pueblo, sean exterminados los envenenadores internacionales”… Adolfo Hitler en el “Main Krampf”
Asimismo me atrevo a enlazar estos razonamientos Nazi-fascistas con las reprimendas de las porras contra las “Damas de Blanco”, que han persistido en sus demandas pacificas por la pronta absolución de sus familiares a manera de ese paradigma de la resistencia pasiva llamado Mahamat Gandhi.
Sin embargo, soy de la opinión de que la fealdad y la franqueza no pueden ocultarse al mismo tiempo, por tanto, la gestión del cardenal Jaime Ortega me parece que fue un arreglo del régimen para disfrazar su derrota ante la firmeza de este grupo de mujeres—y fundamento mis dudas—basándome en que la dignidad eclesiástica no ha manifestado—al menos no tengo noticias de ello—su interés publico de que éste grupo de patriotas sentenciados durante la “Primavera Negra” sean liberados—a pesar—de que algunos de ellos están enfermos, y en su totalidad sufren prisión por algo que no es punible en ninguna parte del mundo libre, (según declaraciones acordadas y rubricadas en consenso universal).
Desde ahora, el régimen tendrá que movilizar sus fuerzas mientras las “Damas de Blanco” desfilan por la 5ª ave de Miramar—y lo harán—con el objetivo de procurar que no se le sume el pueblo, y sean aplaudidas a su paso. Al parecer, la bestia tienen mucho que perder, no obstante, y según mi punto de vista, lo logrado por las antedichas féminas que blanden gladiolos a lo largo de sus marchas, sólo puede considerse como una victoria aplastante sobre la crueldad totalitaria—que a fin de cuentas—ya consideró inútil recurrir a la brutalidad de los empellones para meterlas en los ómnibus y regresarlas a sus casas.

lunes, 3 de mayo de 2010

Martí, el ojo del canario


Por: Pablo Méndez

Después de dedicar cuantiosos recursos a manufacturar filmes sobre la revolución, batallas internacionalistas, y comedias donde el cubano se burla de sus propias desgracias, por fin aparece la imagen de Martí en tercera dimensión, y rompe ante nuestras perspectivas en una Habana del XIX espectacularmente iluminada a lo carpenteriano, con travesías angostas; pobladas de balcones, andamios, cucañas de albañilería, de humazos de café, de carretones que levantaban andanadas de salpicaduras, de boñigas aplastadas, del tasajo omnipresente, y de la mano de Fernando Pérez, aparece el niño José Julián, dibujado en su ficción como un genio temeroso, introvertido hasta la saciedad, que apenas articula palabras, pero se muestra inexpresivo ante la amistad o el resquemor hacia los abusadores, y que descubre la masturbación como otro niño cualquiera. También en su obra nos descorre la cortina del humilde hogar, poblado de hermanas, de la madre que se desvive con su primogénito en franca yuxtaposición con la hosquedad del padre, hombre afanadamente justiciero e incorruptible, pero que al mismo tiempo demanda la ayuda de su hijo para engrosar el peculio doméstico, entretanto, a lo largo del metraje, vemos como se impone la cubanía impresa en el paisaje, donde Fernando una vez más explota los elementos naturales o artificiales que se debaten en el trasfondo de la trama, (tal antecedente se enmarca en Suite Habana, donde se escuchaban los componentes de la ciudad, los martillos neumáticos, los motores de los automóviles, los gritos de una madre que llamaba a su hijo), y en esta ocasión el cántico se desparrama desde la manigua cuyo orfeón es entonado por el conjunto de las bestias más aterradoras de nuestra fauna, como los majaes; las ranas, ciempiés, alacranes, arañas peludas, y donde José Julián, disfruta de las bondades naturales del Hanabana pero también hace contacto con la brutalidad humana, los desmanes de la trata de esclavos, y la imagen agazapada entre los manglares de un pequeño fugitivo tolerando las picaduras de las abejas. Pero del mismo modo regresa el contexto habanero, su primer salario devengado en el bodegón de un peninsular, la sensibilidad artística que demanda su presencia en el teatro, y donde se deleita a hurtadillas por entre los vericuetos de las tramoyas mientras escucha el aria Casta Diva de la opera Norma de Vincenzo Bellini, cuya interpretación se imbrica con la muerte que irrumpe en el umbral de la familia. Más tarde aparecen los sucesos de Villanueva; el genocidio del cuerpo de voluntarios, la hermana rebelde, la ejecución en el garrote, el sentimiento independentista, la apostasía, la cárcel, las canteras, el martirio de los grilletes, el encuentro con el padre. De Excelente catálogo las actuaciones de Broselianda, Porto, y Rolando Brito, (no entiendo porque este ultimo siendo un actor de carácter no incorporó un acento andaluz a su personaje), y entre ellas, aunque fugases también se suman las de los actores que interpretaron al negro Tomás y al profesor Mendive. La manufactura fotográfica fue magistral, pero también hubo inconvenientes puesto que perdí parlamentos muy importantes debido a que algunos actores atropellaron desmesuradamente. Pero Fernando nos entregó algo digno sobre Martí, algo que nos separa de esas vulgaridades tan difundidas en los medios, o saturadas de prácticas sexuales—y lo más importante—divorciado del patrioterismo, la palabra revolución, y el apestado color verde olivo.