lunes, 30 de agosto de 2010

Cui bono— ¿A quién beneficia?


Por: Pablo Méndez

La solución negociada por la iglesia católica, cancillería española, y el régimen cubano, para el indulto de los 52 presos de conciencia de la “Primavera negra del 2003”, hizo salir por la parte más estrecha del embudo a los “beneficiados” con dicha excarcelación, puesto que en su afán de humillar a la oposición militante, el perdón del castrismo se ha transformado, gracias a sus compinches, en una descarada operación de tráfico humano de disidentes.
Y baso mi pronunciamiento, puesto que este grupo de confinados devueltos a la libertad con una patada en el trasero, simple y llanamente ha revelado la voluntad del señor Raúl Castro de impedirles que transiten victoriosamente por las calles, y sean ellos, y por decisión propia, quienes determinen, cuando y en que sitio del mundo reencauzarán sus vidas, vejación que sin duda ha desatado la ira de la oposición, y al mismo tiempo ha lanzado un balde de estiércol sobre los “supuestos” buenos oficios de su eminencia el cardenal Jaime Ortega, cuya falta de transparencia en su proceder mediador ha destapado las quejas de varios opositores, incluso, 165 de ellos firmaron una carta dirigida a su santidad Benedicto XVI.
Entretanto, la vox pópuli hace saltar a debate la teoría que la mediación de la iglesia no fue un servicio gratuito—y por ello—cabe preguntar: ¿qué pidió a cambio el cardenal para intervenir de cuerpo presente en el conflicto dictadura-oposición?—y les cito—que dichas apostillas se amparan en hechos relevantes, como la liturgia por el 400 aniversario de la Virgen del Cobre cuyo ceremonial fue televisado íntegramente por el Canal Educativo 2, y por supuesto que dicho acontecimiento sería irrealizable sin la aprobación del régimen. Asimismo, también resulta palpable una moratoria a las campañas pro- matrimonios gay, y las manifestaciones anti-homofóbicas convocadas por la influyente Mariela Castro, directora del CENESEX—y además—hija del presidente, cuyas demandas son rechazadas por la comunidad cristiana.
Pero el hecho de que la iglesia católica le haya sacado una buena tajada al mencionado contrato no sería del todo aborrecible—lo que sí indigna a los protestantes—es su marcada complicidad con el régimen para aprovecharse de la discapacidad negociadora de los miembros de la oposición, asumiendo su responsabilidad como un simple “lleva y trae”, y no, como un intermediario que busca una solución mutuamente ventajosa para las partes encontradas, adjudicándose el rol de ofrecerle a los reclusos la presteza del destierro, entretanto, los que resuelven permanecer en la patria, sufren el retardo de la excarcelación como método de tortura para invitarlos a reconsiderar su negativa, y ante tal abuso de poder, la iglesia católica ha permanecido en silencio.
De la misma forma, la disidencia, una vez más ha sido timada por las patrañas del régimen, más las confabulaciones del señor Moratinos—a mi criterio—una triste reencarnación del célebre Arsenio Martínez Campos, protagonista de la Paz del Zanjón, cuyo tratado ofreció un humillante indulto a los mambises para finalizar la contienda independentista iniciada en el 68—sin embargo—considero que las causales principales del mal manejo de la crisis, también han sido provocadas por la falta de consolidación de las organizaciones opositoras, y vuelvo a reiterar la invalidez negociadora de sus dirigentes. Aunque también cabe reconocerse, que esta vez no pudieron ser quebradas las posiciones de los protagonistas personificados por Guillermo Fariñas y las Damas de Blanco, muy a pesar de las exhortaciones hechas al primero para que diera término a la huelga de hambre sin cumplimentarse sus demandas—más—los intentos por desarticular la organización feminista que persiste en marchar por las calles mientras permanezcan en las cárceles los presos de conciencia.
A título personal considero que el tratamiento dado a los excarcelados de la “Primavera Negra” ha sido denigrante, tal vez, las respuestas al por qué aceptaron los maltratos del régimen para salir al exilio habrá que buscarlas en las espeluznantes condiciones penitenciarias a la que fueron sometidos. Sin embargo, la iglesia católica con su actitud, nos ha demostrado que no es la misma de medio siglo atrás, cuando Castro obligó a gran parte de su sacerdocio a zarpar en el vapor Covadonga con destino a España por el agravo de las discrepancias con la dictadura de corte marxista implantada en nuestra isla. Y como colofón de esta fábula se impone declarar que los comentarios callejeros—en un alto porcentaje—alegan que dicha institución eclesiástica fungió como instrumento del mismísimo señorío totalitario que les pateó el fondillo, y por vía de hechos, ha trasmutado su función pastoral por el servilismo, aunque exponga lo contrario en su reciente comunicado de prensa.Alguna vez me pareció demasiada picante una cita de José Martí, en la que expresó: “No hay sátrapas más grotescos, y encarnecidos que los curas en los pueblos católicos”, al parecer nuestro héroe nacional experimentó algún sinsabor que le hizo emitir tal sentencia, por tanto, considero que la fe en Dios debe buscarse directamente en el cielo, y muy por encima, de hombres tan insignificantes como el cardenal Jaime Ortega.

lunes, 23 de agosto de 2010

Los bifocales del comandante


Por: Pablo Méndez

Desde que Fidel Castro retornó para revitalizar el auge del discurso populista, sus columnas de “Reflexiones” han invadido todos los espacios noticiosos de la televisión cubana, abordando con reitero—y a veces—durante más de 40 minutos, cuantos problemas políticos, económicos, y del medio ambiente en la actualidad angustian a los habitantes del globo terráqueo. Pero—sin dudas—su mayor empeño se ha centrado en manufacturar un guión para su premeditado remake del Apocalipsis Now.
Sin embargo, cuando enfoca sus análisis, tal parece, que se resiste a usar lentes para ver de cerca, y en sus parrafadas ignora los avatares internos de la isla caribeña—y baso mi observancia—puesto que en uno de sus más recientes articularios, titulado— ¿Acaso exagero?—expone (según argumentos de una investigación publicada por la Universidad de Beloit) la ignorancia de los universitarios norteamericanos que se graduarán en el 2014, entre las que se destacan: que Miguel Ángel es un virus informático; sus creencias de que Beethoven es un perro que conocieron en un film, el desconocimiento de que Checoslovaquia existió, la afirmación de que EE UU, México, y Canadá siempre pertenecieron al TLC, y que los automóviles coreanos han rodado todo el tiempo por las carreteras estadounidenses—y más aún—metió “ruidos en el sistema” con la subrepticia preocupación de que la citada potencia con más de 8 mil armas nucleares en el futuro podría ser gobernada por tales ignorantes.
Asimismo la vox pópuli está consciente de que Cuba también exhibe sus notables records en materia de desconocimientos, y para ejemplificarlo ilustro, que cuando asistí a una reciente proyección en la sala Charles Chaplin del ICAIC escuché por boca de una profesora universitaria que se había sentado en una luneta próxima a la mía, su alarma, y al mismo tiempo su preocupación porque en una prueba ortográfica realizada a los estudiantes del ISPJAE, la palabra “himno”, se había escrito sin “H” por más del 60% de los evaluados. También, y gracias a un film elaborado por estudiantes del ISA, pude comprobar la ignorancia que lastran algunos profesores que ejercitan su oficio en nuestras escuelas primarias y secundarias, agregándole por vía inductiva la desinformación de algunos estudiantes, incluso determinados burócratas—que no supieron contestar a los realizadores—cuantas guerras mundiales han ocurrido hasta la fecha; el sitio donde nació Antonio Maceo, quién diseñó nuestro escudo y bandera nacional, a dónde lanzaron las bombas atómicas—y lo más aberrante de toda este sondeo—fue la animadversión de los entrevistados cuando discurrieron sobre un supuesto muro levantado por los norteamericanos en los “lindes” de EE UU y Australia—igualmente—quiero agregar a toda esta gama de torpezas, que en una fachada del hospital Salvador Allende (antigua Covadonga)—con mis propios ojos—vi delineado un mapa de la isla de Cuba, dónde la península de Zapata fue demarcada al sur de Camagüey—además—debo también añadir que dicha cartografía entronizaba un sinnúmero de grafitis pro-gubernamentales.
Lo cierto es que concuerdo con Castro en cuanto a la preocupación que genera el estallido de la ignorancia en los centros de estudios, puesto que seria horripilante que los cirujanos que manipulan los escarpelos para abrir nuestros vientres, o los ingenieros que diseñan las estructuras de las edificaciones erigidas sobre nuestras cabezas integren esa pre mencionada fauna de analfa-burros. Por tanto, considero que tal nebulosa originada por la censura de la prensa libre, la internet, más la manipulación de los medios con fines ideológicos, es un detonante tan peligroso como la ignición de las armas nucleares.

Esteban, no hay plazas vacantes


Por: Pablo Méndez

Denunciar los abusos de poder, o la corrupción bajo el ejercicio de la libre expresión, no tendría nada extraordinario en un mundo libre—sin embargo—si tal lance se ejercita bajo una dictadura totalitaria como la cubana, y su denuncia se hace pública a través del ciberespacio en un articulario firmado por un intelectual, investigador, académico, militante de PCC, negro, y al mismo tiempo un infeliz como Esteban Morales, usted puede estar seguro que el citado personaje—“dará su último aldabonazo”—y sin rodeos explotará como un ciquitroque.
Pero el señor Esteban ahora tiene por delante la tarea de apelar ante los organismos superiores de su organización política para volver a portar su carné de militante, y si es necesario, continuará arrastrando su panza hasta ser analizado por el congreso del PCC. Cónclave aún aplazado indefinidamente, y cuya prórroga podrá estirar la angustia de su resurrección. Lo que si no esclareció el personaje de marras en sus declaraciones es, si será capaz de defender hasta las últimas consecuencias su posición de continuar denunciando la corrupción que carcome la estratosfera del régimen, o si claudicará como otros de su casta marxista.
Y aunque me importa un bledo que este replicante de Heidegger recupere o no su carné, si me resultó interesante su insinuación de que “algunos” ya afilan dientes porque piensan equívocamente que se cambiará para el bando contrario, y alegó con resolución:—“No estar dispuesto a rellenar el vacío de liderazgo que tiene la oposición, puesto que mantiene la misma perspectiva revolucionaria de hace 50 años”—Sin embargo, y al parecer, su ignorancia no le permite reconocer que las filas opositoras, sí tienen líderes que se encuentran tras las rejas porque hombres a imagen y semejanza de él y sus amos le temen a las ideas. Aunque el señor Esteban exhiba un envidiable curricular como profesor universitario, debemos aclararle que cualquier académico no puede convertirse en un Andréi Sajarov—además—nos atribuimos esclarecerle, que nuestra oposición tampoco es la letrina donde se recibe el excremento desechado por los intestinos del régimen.

lunes, 16 de agosto de 2010

El regreso del Coco


Por: Pablo Méndez

Una joven extranjera exclamó: — ¡No puede ser, ese hombre está mal!— ¡Allá en mi país dicen que tiene cáncer terminal, cómo es posible!—a continuación pulsé los botones para demostrarle que Fidel Castro hablaba simultáneamente por cuatro de los seis canales habilitados por la televisión cubana.
Asimismo, después de estar fuera del ruedo por cuatro años, Castro dispuso del cenáculo de la Asamblea Nacional, cuya reunión fue cubierta por los principales medios noticiosos del mundo—y lo hizo—en primer lugar, para cuestionarse públicamente por haber errado la fecha exacta del fin del mundo—y luego—retornó sobre sus pasos, para reiterar una vez más su preocupación por la escalada belicosa de EE UU en el Golfo Pérsico, el Mar Amarillo, y del mismo modo trató de persuadir al presidente Baracak Obama para que desista de su hostilidad hacia Irán, y Corea del Norte.
Lógicamente, tras finalizar la lectura del manifiesto ocupó una butaca junto al presidente del plenario el señor Ricardo Alarcón, quien al mismo tiempo solicitó a los congresistas presentes que formularan sus preguntas—¡y claro!—como era de esperarse le sucedieron las conocidas diarreas de alabanzas, y chicharronerías, en cuyas intervenciones se dedicó más tiempo a demostraciones de regocijo por la recuperación del líder revolucionario y su retorno al escaño parlamentario, que por la temática propuesta a debate—más adelante—el ex-mandatario cubano también se congregó con la prensa latinoamericana asistente al cónclave.
Lo cierto es que mientras se reunían en la Habana, toda esta pléyade de personalidades, con el consabido costo económico que inducen los gastos de energía; climatización, trasporte, alojamiento, y cuyo unitario resultado—sin dudas—es el exacerbo de las carencias del pueblo cubano, contradictoriamente, el Nuevo Herald de Miami anunciaba que el presidente Baracak Obama, y su familia disfrutaban de un recorrido vacacional por Andalucía, al tiempo que sus anfitriones, en este caso los monarcas españoles, lo invitaron a su mansión de Mallorca—por allá—por el archipiélago de las Baleares, además, se hace evidente que dicho anuncio dejó en ascuas todos los efectos del apocalipsis anunciado por el ex- dictador.
Sin embargo, a pesar de que el huracán rastreado por nuestro meteorólogo político, aún no ha logrado salir del vaso de agua donde se encuentra prisionero, el “compañero” Castro ha resuelto dar término a esa metáfora de continuar simbolizado por una columna del periódico Granma, y ahora ejercita su experiencia ocupándose de la política exterior del país, mientras su hermano continuará haciendo frente a los avatares administrativos de la isla caribeña—lo cierto es—que con posterioridad a los acontecimientos protagonizados por la disidencia militante que precisaron—mejor dicho—forzaron al actual gobierno a recurrir a los servicios mediadores del cardenal Jaime Ortega para solucionar el embrollo internacional tras la muerte del recluso político Orlando Zapata, se ha notado el vacío de ese “sello distintivo”—que dicho sea de paso—caracterizó al régimen por 47 de sus 51 años de existencia, consistente en el “auge del discurso populista” cuya fogata se apagó a consecuencia de la discapacidad oratoria de Raúl.
Muy a pesar del menoscabo físico de Fidel, cuya enfermedad le impide emitir aquellas disertaciones kilométricas que ya forman parte del pasado, el líder ahora suple su impedimenta a través de las voces de los locutores de Cubavisión, cuyas lecturas de sus articularios absorben casi la mitad del tiempo destinado a los espacios noticiosos—y desde ya—vuelven a resonar en nuestros oídos, las motes de ciertos personajes como Salinas de Gortari, López Obregón, incluyendo también—como era de esperase—el destape sensacionalista de cuanto escándalo eche montones de caca por encima de toda la fauna que componen la nómina de sus rivales políticos.Entretanto, enchumbándose con pinceladas de cubaneo la vox pópuli anuncia—el regreso del “Coco”—debido a que la mayor porción de los entrevistados declararon que le temen más a Fidel que a Raúl— sin embargo—alguien manifestó la posibilidad de que Castro se arrepintió de sus pecados—y como resultado de ello—y por obra y gracia de la providencia resolvió convertirse en “Testigo de Jehová”, puesto que en los últimos tiempos no ha declinado su perseverancia sobre el inminente estallido de la batalla del Armagedón. Del mismo modo, otros alegan que ya están hartos de sus peroratas y recurren a la solución más práctica—en este caso—desconectar sus telerreceptores.

lunes, 9 de agosto de 2010

El club de los monstruos


Por: Pablo Méndez
Cuando el presidente Harry Truman fue puesto al corriente de que el asalto a Japón por vía convencional cobraría más de 100 mil vidas, solicitó a todos los presentes que le dejaran solo, tomó asiento, y se dispuso a analizar su sentencia—por un lado—el país enemigo se encontraba dominado por una casta de militares que se negaba a rendirse, y los soldados nipones—por naturaleza guerrera—ya habían demostrado en los arrecifes de Guadalcanal que eran capaces de empuñar granadas, e inmolarse para provocar una carnicería entre la soldadesca estadounidense.
No obstante, la unión americana gracias a sus científicos ya poseía un arma con un poder destructivo capaz de doblegar al contrario, y su uso podría precisar a Hirohito a la rendición incondicional—a mi juicio— supongo que el presidente Truman tras varios instantes de meditación, paseó su perspectiva por los arabescos de la techumbre, y en sus imaginas elucubró un circo romano donde el pueblo norteamericano enaltecía sus pulgares para salvar la vida de sus hijos.
Entonces, tras una prudencial reflexión, el mandatario asió su estilográfica y plasmó su decisión de lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y seguidamente sendos B-29 despegaron para bombardear la nación asiática con la espeluznante bola de fuego—e ipso facto—el Japón depuso las armas y el telón de la segunda guerra mundial se precipitó para anunciar el fin, entretanto, los principales cabecillas del militarismo japonés efectuaron haraquiri para no enfrentar los tribunales, mientras la población estadounidense destapó un abrumador apoyo a la decisión tomada por la Casa Blanca—sin embargo—tras el desenlace, se subsiguieron innumerables veredictos a contracorriente, que calificaron el hecho como genocidio, alarde armamentístico, y estigmatizaron a Truman como uno de los verdugos más cruentos del siglo XX.
Años más tarde, la anti-democracia también se hizo del arma nuclear, se inició la guerra fría, y las fronteras del comunismo comenzaron a expansionarse por el Asia, pero también se propagaron los misiles de la OTAN, que pronto enfilaron sus picachos hacia la URSS desde su vecina Turquía. Asimismo el cenáculo del Polit-buro encabezado por Jruchov convino hacer un emplazamiento de misiles en los lindes de EE UU—y efectivamente—la angostica Cuba calificó como el lugar más idóneo para sus propósitos, a lo que también se sumó como ingrediente más enjundioso para su guiso, el desenfreno anti yanqui del joven y carismático Fidel Castro, factores que apuntaban a garantizarles el éxito.
La operación recibió el beneplácito del comando de la entonces naciente revolución cubana, pero la pronta localización del ensamblaje de los emplazamientos por parte de los servicios de inteligencia de EE UU provocó el estallido de la llamada “Crisis de los misiles” cuyo blanco de mayor exposición a la cohetería norteamericana sin dudas fue la isla caribeña—por cierto—los impulsos de Castro también dejarían boquiabiertos a los rusos, cuando solicitó “dar el primer golpe nuclear”, y en su furor desmedido ofreció en sacrificio a su nación, cuyas muchedumbres acéfalas ya clamaban en las calles el achicharramiento del mundo, sin embargo, el regaño político de Moscú no se hizo esperar, Fidel fue excluido de las negociaciones, tildado de irresponsable, y al mismo tiempo, se le consideró incapaz de apreciar que tras la ignición de un misil nuclear los únicos sobrevivientes del holocausto serian las cucarachas y los escorpiones. No obstante, a pesar del mal entendido, la lealtad de Castro sería premiada por la cúpula soviética, y con prontitud se le llamó a Moscú, le brindaron un recibimiento épico, lo condecoraron con la orden de Lenin, la estrella de héroe—y con tales chapitas—sosegaron el desboque de sus pasiones, igualmente como premio adjunto, la superpotencia apoyaría económicamente a su régimen—pero tras bambalinas—la operación tramada por la jerarquía soviética obtuvo la calificación de brillante, aunque el arsenal de la entonces URSS era insuficiente para clamar a viva voz la paridad nuclear con EE UU—pero al menos— con su artimaña los rusos lograron desmontar los misiles norteamericanos de las rampas turcas—y por supuesto—Fidel Castro resultó ser la marioneta que garantizó la consumación de tal propósito.
Casi una veintena de años más tarde, Ron Reagan se sentaba en el despacho oval con nuevas ideas y una marcada intención de ultimar el capitulo de la guerra fría. Entretanto, la URSS, no conformándose con la supremacía convencional en Europa (sus tanques en cuestión de días podían mojar sus esteras en las playas de Normandía) alteró el equilibrio estratégico en el viejo continente con la instalación de una ringlera de misiles SS-20 en su borde oriental, sin embargo—ante la revelación—el puño democrático procedió a equilibrar las fuerzas nucleares con múltiples emplazamientos de misiles Pershing, y Cruceros en las parcelas de la OTAN, sin embargo, las multitudes de pacificadores salieron a las calles para rechazar la instalación de la cohetería occidental, aunque contradictoriamente las ojivas que apuntaban hacia sus cabezas estaban orientadas desde territorio soviético.
A pesar de ello, el presidente Reagan, hizo aún más enfática su opinión de cubrir los cielos con un paraguas antimisil, cuya solución a titulo personal, era considerada como la más segura—incluso—también para la URSS, puesto que los servicios de inteligencia ya habían alertado a ambos gobiernos sobre el peligro inminente de que el armamento nuclear pudiera caer en manos terroristas gracias a la propagación del dominio del átomo—por tanto—su proyecto nombrado “Iniciativa de Defensa Estratégica”, entronizó los puntos de su agenda en la cumbre de Reikiavik, e implícitamente, también destapó su intención de compartir con su contraparte Mijaíl Gorbachov la citada tecnología—pero la cruda realidad apuntaba directo al pulmón—puesto que economía de la superpotencia comunista, ya estaba en banca rota, por tanto, si EE UU materializaba tal propósito, simple y llanamente el Oso Soviético quedaría con el fondillo al aire.
Gracias al predominio de la defensa sobre la ofensiva concluyó la guerra fría—y a pesar de que han pasado más de 20 años—hoy por hoy, la iniciativa de Ron Reagan, apunta como la solución más fiable ante la amenaza nuclear—por cierto—el “IDA evolucionó hacia el actual “Escudo Antimisil” cuya protección sólo favorece a los reductos demarcados por la OTAN.
El hecho de que en el mundo actual coexistamos con una fauna de irresponsables como el presidente iraní Ahmadinejah, un consumado anti norteamericano que en su etapa estudiantil participó en el asalto a la embajada de EE UU en Teherán, donde también tomaron como rehenes a sus diplomáticos. Un Kim Jong Il., heredero de la monarquía totalitaria que oprime una nación donde sus habitantes llegan a la mayoría de edad sin conocer la mantequilla, o un Fidel Castro con la cavatina continuadora de su hermano Raúl, dos embalsamientos que en 1962—a ultranza— entregaron nuestro territorio como rampa de lanzamiento para que los cohetes rusos estuvieran prestos a volarle las cabezas a los habitantes de New York, hace que muchos razonen y justifiquen la vigilancia—y si es necesaria—la opción militar para inhibir sus arranques.
En Hiroshima—este 6 de agosto—cerca del epicentro de la detonación de la primera bomba nuclear, y a la hora en punto del 65 aniversario de aquel bombardeo que marcó el final de la segunda guerra mundial, millares de convocados guardaron un minuto de silencio franqueados por las ruinas del tremebundo evento—y a pesar de los pesares—el Japón de hoy, se enaltece como una nación de cultura y economía floreciente, gracias a la pujanza de su tesón laboral, y el abandono de las apetencias guerreristas de sus ancestros.
Pero mientras observaba las imágenes a través de mi telerreceptor, la conductora que narraba los pormenores del ceremonial, comentó, que el único sobreviviente norteamericano de las tripulaciones de los B-29 que ejecutaron los bombardeos aquellas mañanas de 1945, había declarado ante los medios—“Que si se repetían las mismas circunstancias habría hecho lo mismo”— además—según la fuente—tampoco mostró remordimiento por su proceder, muy a pesar de las miríadas de muertes súbitas cobradas por la bola de fuego. Entretanto, otro unitario sobreviviente, el señor Fidel Castro, integrante del elenco protagonista de la llamada “Crisis de los Misiles de 1962”, cuyo desenfreno exacerbó el riesgo de una hecatombe atómica, abogó por la—“eliminación de toda las armas nucleares, incluyendo los arsenales convencionales”—salvo—que tampoco evidenció arrepentimiento por aquellos impulsos de hace 48 años—cuya reluctancia histórica—aún lo mantiene liderando el Club de los Monstruos.

lunes, 2 de agosto de 2010

Cantinfladas


Por: Pablo Méndez

Resultó una “cantinflada” la intervención de Raúl en la sección ordinaria del parlamento cubano para discutir las enmiendas al “Código de Viabilidad y Tránsito”, además de aprobar ajustes en la división política administrativa y la creación de dos nuevas provincias. Sin embargo, lo más risible de su discurso, fue el anuncio del incremento en la productividad laboral, el equilibrio del valor de las monedas circulantes, y el acrecentamiento de las exportaciones.
No obstante, paradójicamente estas discusiones sobre el Código de Viabilidad y Tránsito también tomaron matices de “cantinflismo” cuando saltaró a debate en un estado donde más del 70% de su parque automotor presenta un añejamiento de más de 30 años—por supuesto—por vía inductiva se adjunta el menoscabo técnico, las carencias de piezas de repuestos, y los incrementos de gases contaminantes que expulsan al entorno ambiental—además—se hace evidente que el 80% de los viales secundarios en la ciudad de la Habana se encuentran atiborrados de hoyos, e intransitables para todo tipo de vehículo, incluso para los ciclos.
Asimismo con otro “cantinflazo”, la asamblea acordó a partir del 1º de enero del 2011 poner en marcha las dos nuevas provincias de Mayabeque, y Artemisa con sus respectivas capitales, gobiernos, aparatos administrativos, y cúmulos de funcionarios, que a todas luces, también incurrirán en el desarrollo de la corrupción; el descontrol, el robo, los derroches de combustible, además, de todos los inconvenientes que nuestro justificado pesimismo pueden crear por la incapacidad de gobernabilidad que hasta hoy a demostrado la dirección del país.
Y entre “cantinflonadas”, el señor Raúl volvió a redundarnos que la “Revolución” no está dispuesta a hacer reformas capitalistas, a pesar de que el régimen ha desarropado su intención de despedir medio millón de trabajadores, acogiéndose al principio de idoneidad, pero al mismo tiempo abrirá las compuertas para otorgar licencias como “trabajadores cuentapropistas” a todos los que resulten desempleados por los reajustes de plantilla—es más—al parecer autorizará la pequeña empresa siempre y cuando su gerente abone un fuerte impuesto por cada empleado que labore para dicha entidad—a mi entender—(un modo muy “cantinflesco” de estimular la creación de empleos) y también nos informó que en los días subsiguientes se convocará a una reunión con la CTC, para ajustar las clavijas de los acuerdos del Consejo de Ministro (reunión llevada a cabo a puertas cerradas en la Sala Universal de las FAR los días 16, y 17 de Julio) donde—supongo—se excluirá la posibilidad de fundar un nuevo “sindicato de cuentapropistas”, puesto que la citada idea ya fue engendrada una vez, y dicha proposición no tuvo buena acogida por parte de las altas esferas del régimen, ya que “las mentes maquiavélicas” vislumbraron en dicha organización la posible puesta en marcha de un movimiento presuntamente opositor. Pero vale la pena puntualizar que también existe recelo entre los cubanos pedestres que en tiempos pretéritos ya habían ejercido el cuentapropismo, y tuvieron que entregar sus licencias por el acoso de los inspectores chapados de corruptos, más los irrisorios impuestos fijados por la ONAT (organismo estatal encargado de hacer las recaudaciones).
Raúl se refirió con brevedad a la excarcelación de los presos de conciencia de la Primavera Negra del 2003 ( en su alocución empleó el calificativo de “contrarrevolucionarios”), y puntualizó que los inculpados son personas desprovistas de ideas, y al mismo tiempo, son trasgresores de las leyes vigentes—en este caso la archiconocida ley 88, o mordaza—y también nos empujó otro “cantinflonazo” cuando comentó que en la época del presidente George Bush fue designado un interventor norteamericano al estilo “Charles Magoon”, para regir en una Cuba pos Castro—y que en la actualidad—para su infortunio ese “señor”se encuentra desempleado.
—Haciendo un intermezzo con las “cantinfladas”—a proposición del señor Ricardo Alarcón de Quesada presidente de la Asamblea Nacional, se aprobó por unanimidad una resolución de condena por el aislamiento en una celda de castigo (conocida por el hueco) del recluso Gerardo Hernández Nordelo que al mismo tiempo ha sido privado del confort del aire acondicionado, radio portátil, reloj pulsera, llamadas telefónicas, agua potable, asistencia médica, etc. Entretanto los artistas plásticos ocupantes de escaños en el parlamento cubano desplegaron un lienzo para que los diputados estamparan sus firmas, y al mismo tiempo, también engalanaron el lobby del Palacio de las Convenciones con una exposición alegórica a los 5 espías cubanos que cumplen prisión en las cárceles norteamericanas.Y para cerrar con un gran cantinflasazo” el señor Raúl autorizó a liberar las “Turbas de Respuesta Rápida” para que apertrechados con palos, cabillas, y cables una vez más defiendan las “Conquistas de la Revolución”.

Opaca celebración


Por: Pablo Méndez


El acto central por el 57 aniversario del asalto al cuartel Moncada en la provincia de Villa Clara, fue imbricado con las celebraciones por el bicentenario del natalicio del libertador Simón Bolívar, en cuya solemnidad se entonaron los himnos nacionales de ambos países, además hicieron uso de la palabra los señores José Ramón Machado Ventura vice presidente cubano, y Alí Rodríguez Araque ministro de economía de Venezuela—sin embargo— la ceremonia que año tras año es ejecutada a bombos y platillos en la provincia más cumplidora del país, esta vez, fue opacada por la irrupción de Fidel Castro en la base del monumento a José Martí, que acudió a dicho enclave para entronizar un intercambio con la casta más cabezuda de los artistas e intelectuales cubanos.
Asimismo, con un Randy Alonso rebosante de felicidad sentado en un extremo de la mesa se ofició el encuentro cuyo objetivo desencadenaría una exposición detallada por parte del protagonista estelar del asalto al cuartel Moncada, haciendo emerger—para romper el hielo—lo que según testimonios oficiales apuntan como la principal causal del fracaso del ataque perpetrado por la legión de combatientes conducidos por Fidel en la madrugada del 26 de julio de 1953. Dicho—factor a debatir—fue la “Guardia Cosaca” que defendía el perímetro de la fortaleza.
Lo cierto es que los invitados que pidieron la palabra para inquirir sobre el tema, nuevamente apelaron a esa mala costumbre—diría yo—de preguntar y al mismo tiempo contestarse ellos mismos—incluso—el artista plástico conocido por el seudónimo de Kacho, narró un pasaje hasta ahora desconocido para mí—donde citó—que “Fidel en un arranque de heroicidad, empuñó su arma y abrió fuego contra una ametralladora calibre 50 emplazada en uno de los baluartes de la fortaleza para cubrir a sus compañeros tras ordenar una retirada que nadie escuchó”—a pesar de la chicharronería—Fidel le interrumpió para reiterar su fe en el citado plan, y al mismo tiempo alegó, que si el tiempo retrocediera nuevamente, ante tales circunstancias el asumiría el mismísimo procedimiento que trazó para asaltar la fortificación—y recurriendo a un abrupto “punto de giro”— abordó con presteza el acontecer internacional, y las tensiones en torno a Irán, y Corea del Norte.
Del mismo modo, la polémica sobre el hecho que provocó el malogro de la acción acontecida hace 57 años—tras bambalinas— siempre apuntó hacia las anatomías de Fidel Castro y Gustavo Arcos Bernes como los responsables del referido fracaso, inclusive, ambos se acusaban mutuamente de frustrar la acción. Por ejemplo: Gustavo aludía que Fidel no quiso usar espejuelos, y mientras conducía el automóvil torció para franquear el cuartel, pero accidentalmente dio un contenazo —cuya paragüería—llamó la atención de la “Guardia Cosaca” que enseguida dio la voz de alarma, entretanto, por otra parte, Castro le imputa a Arcos Bernes haber iniciado el tiroteo antes de recibir la orden. Asimismo por el tiempo transcurrido y la imposibilidad de confirmaciones por el fallecimiento de algunos testigos—considero—que la incógnita sobre la verdadera versión continuará sin despejarse—lo que si está demostrado—es que Gustavo Arcos cayó herido en el combate, sin embargo, Fidel (que se suponía debía marchar al frente del asalto) puso sus pies en polvorosa, y fue sorprendido durante una siesta, a varios kilómetros del cuartel Moncada por una patrulla de soldados comandados por el entonces teniente Sarria.
No obstante, el líder revolucionario alegó estar inspirado para reunir y publicar la totalidad de los por menores de las principales batallas guerrilleras que propiciaron el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista. Cuya obertura ya fue expuesta en sus recientes articularios de “Reflexiones”—y a mi juicio—con tal arranque publicitario, su obra será capaz de reducir a folletín novelesco los volúmenes de “Memorias y Meditaciones” del mariscal Zhukov. A pesar de ello, considero que sería interesante que dicha labor se acometiera, y que también se incluya en su compilación de datos la relación de las 20 mil personas que perdieron la vida en el lance revolucionario desde 1953 hasta 1959. Cifra que resulta exagerada para muchos, si le comparan con otros conflictos, por ejemplo: El de la URSS contra Afganistán, en cuya beligerancia calificada de cruenta, y prolongada durante 10 años, se reportó la cifra de 14 500 soldados soviéticos muertos en combate.

Cerrado


Por: Pablo Méndez

Un aviso de “cerrado” colgaba de la puerta del TRD (tiendas de recaudación de divisas para el MINFAR). Crucé San Lázaro, me senté en el parque, al mismo tiempo hojeé un periódico Granma comprado a un vendedor bohemio—entretanto, y a intervalos—levantaba la vista para valuar la revelación social de nuestra capital, a través de los transeúntes, los “almendrones” envueltos de humo, las membranas de hollín que cubren las fachadas, los contenedores rebosantes de basura, las atajeas atiborradas de suciedad. Me vuelvo una vez más hacia la puerta de la shopping, y aún persiste el cartelito de CERRADO, miro el reloj, ya son las 11:00 AM— ¿abrirá o no?— me asalta de nuevo la duda, pero de súbito un joven sale del comercio, cruza la calle y fortuitamente ocupa la vacante del banco donde me encuentro sentado, entonces aproveché la ocasión para averiguar:
— ¿La tienda va abrir?—le inquirí, y a pesar de revelar un cabreo que no brincaba un chivo, suavizó sus modales para contestarme.
—Mire puro… Mejor vaya a otro lugar, porque “allá dentro” se cayó una fase de la 220 v, los frízeres están parados; los productos están descongelándose, hay un descomunal reguero de agua por todos los pisos, y éstas son las horas en que el gerente no ha aparecido para resolver el problema— Lógicamente, capté su mensaje, doblé el periódico, y al mismo tiempo me dispuse a enderezar las rodillas, no sin antes comentarle.
—Chico, la verdad es que cuando esto lo administraba CUBALSE…
—… ¡Ay amigo!, tocó la tecla prohibida, esos eran otros tiempos. Desde que esta tienda pasó a ser jurisdicción del MINFAR, la mayoría de los trabajadores se han ido—y yo mismo—estoy a punto de largarme, porque los recursos para mantenerlas se han reducido a cero, sin embargo las exigencias se han multiplicado. El gerente de la entidad es un irresponsable a quien no le importa si este establecimiento trabaja o no, puesto que siempre llega a la hora que le da la gana, y no mueve un dedo por resolver los problemas que se van acumulando durante meses y ya son bastantes—¡Eso “allá dentro” está al garete!—Por ejemplo, los brazos hidráulicos de las puertas se rompieron y ante la imposibilidad de que la empresa los repare, los empleados tuvimos que inventar mecanismos con poleas y contrapesos hechos con pomos de agua para sustituirlos y evitar con ello las fugas de aire acondicionado—¡porque de lo contrario!—vienen los inspectores a sancionarnos y a quitarnos el horario de climatización que tenemos—¡otra cosa!—ninguno de los scanneres de las cajas registradoras trabajan, tampoco tenemos papel para imprimir, sin embargo, a los inspectores no les interesan los problemas materiales, y por encima de los inconvenientes exigen facturaciones y modelos que son imposibles de confeccionar por las carencias de materiales, por tanto, y ante tales circunstancias, las respuestas de los jefazos siempre puntean hacia los ajustes presupuestarios que les imponen desde “arriba”, y cito por ejemplo, que ellos prescindieron de los custodios del SEPSA basándose en que tales servicios requieren un monto de más de 1000 CUC mensuales por cada guardia, y contradictoriamente el salario que reciben esos empleados es de 360 pesos cubanos en “moneda nacional” equivalente a 15 míseros CUC—además — aquí en la época de CUBALSE se fumigaba sistemáticamente, y hoy por hoy, ya no se realiza el trabajo por falta de financiación, y en consecuencia los almacenes estén llenos de vectores, algo difícil de comprender, cuando las ganancias van a parar al único bolsillo que tiene el país, “el bolsillo del estado”— ayer mismo—yo estaba colocando productos dentro de una nevera, y las cucarachas me caminaron por entre los dedos…—¡esto es un asco!—
Y le creí—aunque el joven sospechó que lo tildé de exagerado—puesto que me mantuve callado durante todo el tiempo que duró la perorata—lo cierto es que para mí—el brillo que desprendieron sus ojos fue el mejor polígrafo para comprobar la veracidad de su narración.Me incorporé, le agradecí la sinceridad con que me informó de la debacle escondida tras los mostradores de las tiendas TRD Caribe, crucé la diagonal del parque para llegar a la calle Jovellar, y dirigirme a otros establecimientos donde—al menos—pueda remover productos dentro de los frízeres sin correr el riesgo de que las cucarachas trepen por mis manos.