lunes, 19 de abril de 2010

El Fantasma de Canterbury


Por: Pablo Méndez

Hace medio siglo la palabra “embargo” le tintineó demasiada romántica a Castro y con rapidez la trastrocó por el vocablo “bloqueo”, cuyos conceptos no representan lo mismo pero metafóricamente empeora su significado.
Lo cierto es que la citada medida es una ley de EE UU, y para derogarla no sólo necesita la voluntad del presidente norteamericano, también se hace indispensable la mayoría del congreso, que únicamente llegará a un consenso cuando los naipes de la democracia y la libre expresión se vuelquen sobre la mesa del régimen. Aunque otros enfoques políticos citan que tal medida sólo refrena la transición hacía un modelo de derecho, y el equívoco de mantenerlo prolonga aún más la agonía del pueblo cubano, puesto que engrosa la justificación de la dictadura para enquistarse como nación asediada.
Por tanto, a ojos vistas se evidencia que el levantamiento de la sanción económica representaría un altísimo costo político para la democracia norteamericana, que del mismo modo estaría obligada a reconocer un garrafal error—pero además—tendría que pasar a la segunda fase de la trampa colocada por Castro, cuyo timo incluye desembolsos millonarios por daños causados a la economía de la isla que se convertiría en otro obstáculo para evidenciar ante los ojos del orbe la ineficacia del totalitarismo marxista. Entretanto, la dictadura hace derramar lágrimas a los representantes de la Asamblea General de la ONU con sus patéticas denuncias y los votos de la opinión pública mundial se inclinan a su favor.
Cuarenta y siete años atrás, Desmong Fitzgerald director de planificación de la CIA, informó al presidente Jack Kennedy que en tres años de embargo se había producido un declive del 7% del PBI cubano y un 20% de su producción azucarera. Sin embargo, nueve años antes la isla había producido en sólo 3 meses y por medio de una cosecha íntegramente manual, la cifra de 7 millones de toneladas de azúcar, pero trascurridos cincuenta y seis años las producciones actuales ni siquiera son comparables con los números de principio del siglo XX, demostrándose sin muchos esfuerzos que si la controversial sanción tenía como objetivo demoler la economía cubana hay que reconocer que fue un rotundo exitazo, aunque paradójicamente el Castrismo sigue perviviendo en el poder por la vía de las bayonetas.
No obstante, hoy por hoy la república socialista de Cuba tiene que importar el 60% de los alimentos, la producción agrícola es un desastre, la industria azucarera ha sido desmantelada, la ineficiencia laboral campea por todas la fábricas y construcciones, la fuerza calificada escasea, la capacidad individual está subutilizada, las puestos laborales son inflados con 2/3 de burócratas, su economía permanece centralizada, el comercio minorista está desabastecido por la incapacidad de la producción nacional, fuera de Cuba las monedas oficiales son valoradas por debajo del excremento y se le aplica un gravamen a las divisas que al mismo tiempo inhibe la inversión extranjera y la industria turística—¡y con tales evidencias!—podemos preguntarnos nosotros mismos: ¿qué tiene que ver el embargo con los inconvenientes generados por una forma de gobierno? si los clásicos marxistas y todos los manuales de sus conspicuos investigadores no han logrado mediante sus formulas económicas la prosperidad prescindiendo del imperialismo norteamericano, amén, de poder comercializar libremente con el resto del mundo.
Pero la red de internet a través del sitio http://www.census.gov/ brinda a los usuarios interesados las estadísticas oficiales del departamento de comercio de EE UU, y en sus páginas aparecen publicados sin ningún tipo de restricciones, sus volúmenes de exportaciones con el resto del mundo, y donde podemos apreciar que Cuba importó desde el vecino norteño artículos y alimentos, ascendente a más de 533 millones de dólares en el año 2009— ¡y no solo eso!—también podemos evaluar que tal compra-venta supera los volúmenes de intercambio de 145 países y regiones autónomas del mundo con la antedicha potencia. A continuación aparece la lista de ellos y entre paréntesis se exponen las cifras en millones de dólares:
Albania (47,5) —Andorra(9,42)—Antigua(156,9)—Armenia(77)—Aruba(446,2)—Azerbaiyán(221,9)—Bangladesh(434,8)—Barbados(404,6)—Belarús(137)—Belice(252,7)—Benín(398)—Bután(2,74)—Bolivia(431)—Bosnia(21,3)—Bostwana(93,2)—Bulgaria(224,7)—Croacia(203,2)—Cuba(533,3)—Estonia(183,3)—Georgia(363,8)—Kosovo(5,1)—Kirguizistán(51,8)—Lituania(408)—Moldava(26,8)—Mongolia(40,4)—Montenegro(36,5)—Eslovaquia(208,2)—Eslovenia(242)—Turkmenistán(310)—Uzbekistán(97,49)—Laos(20,4)—Territorios Británicos del Océano Indico(1,775)—Islas Vírgenes Británicas(223)—Brunei(100,2)—Burkina faso(26)—Burma Maymar(6,97)—Burundi(8,6)—Camboya(127,2)—Camerún(153,6)—Cabo Verde(6,38)—Rep Centro Africana(31,48)—Chad(62,6)—Islas Cristmas(0,92)—Islas Cocos(1,41)—Camores(1,93)—Corea del Norte(0,9)—Congo Brazzaville(277)—Congo Kinshasa(79,8)—Islas Cook(1,9)—Costa de Marfil(206,2)—Cyprus(160,7)—Djibuti(196,6)—Dominica(76,6)—Guinea Ecuatorial(305,8)—Eritrea(6,7)—Etiopía(275,9)—Malvinas(2,35)—Fiji(31)—Micronesia(67,7)—Guinea Francesa(16,7)—Palmeáis Francesa(113)—Gabón(170,8)—Gambia(33,6)—Granada(59)—Guadalupe(210)—Guinea(94,8)—Guinea Bissau(1,55)—Guyana(260,7)—Kiribati(0,8)—Irán(281,8)—Latvia(288,9)—Lesoto(16,6)—Liberia(94,9) Liechtenstein(16)—Macao(209,8)—Macedonia(34,8)—Madagascar(165,8)—Malawi(40,4)—Maldivas(17,4)—Mali(36,8)—Malta(192,8)—Islas Marshall(77,6)—Martinica(267,9)—Mauritania(56,2)—Mauritas(70)—Mayotte(1,18)—Mónaco(16,7)—Montserrat(5,8)—Mozambique(189,8)—Namibia(202,3)—Nauru(3,6)—Nepal(31)—Nueva Caledonia(77,9)—Níger(58,2)—Nive(1,2)—Islas Norfolk(0,8)— Islas Pitcairn(0,5)—Yemen(380,7)—Reunión(9,4)—Ruanda(34,1)—San Marino(8,1)—Sao Tomé y Príncipe(4)—Senegal(175,9)—Serbia(110,57)—Seychelles(34)—Sierra Leona(42,5)—Islas Salomón(6)—Somalia(4)—Sri Lanka(229,5)—St Helena(2,9)—St Kitts y Nevis(108)—Santa Lucía(136)—St Pierre and Miquelon(0,2)—San Vicente y las Granadinas(77,4)—Sudán(78,7)—Surinam(381)—Islas Svalbord(0,8)—Suazilandia(14,7)—Siria(303,9)—Tayikistán(41)—Tanzania(158)—Timor Leste(2,35)—Togo(124,8)—Tokelau(12,9)—Tonga(12,9)—Tunisia(502)—Islas Turks and Caicos(247,9)—Tuvalu(0,15)—Uganda(119)—Vanuatu(3,9)—Vaticano(7,35)—Wallis and Futura(0,5)—Sahara Occidental(0,15)—Samoa Occidental(18,6)—Zambia(58,8)—Groenlandia(7)—Gaza(0,23)

Además, debemos agregar que la fuente revela que las repúblicas Popular China, y Bolivariana de Venezuela hacen el pago cash convenido con los productores americanos, y seguidamente ofrecen gelatinosos créditos a la isla caribeña. Asimismo se evidencia que estos países cuyo volumen comercial con EE UU es mucho menor que el del país bloqueado, son los que votan a su favor en Naciones Unidas. Por tanto, el “embargo”, “bloqueo”, “chiva prieta”, o como le quieran llamar— que a fin de cuentas no se sabe si existe, o no—se ha convertido en una entelequia que amenaza con destronar al celebre fantasma de Canterbury.

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