lunes, 6 de diciembre de 2010

El comunista, un espécimen en proceso de extinción




Por: Pablo Méndez

El próximo año se celebrará el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, sin embargo, dicha gala será precedida por una ola de despidos masivos para reajustar las plantillas estatales. Lo cierto es que el régimen cubano ha sido blanco de fuertes críticas por más de una veintena de sindicatos y partidos comunistas de todo el mundo.
La argentina Mercedes Petit de la Unidad internacional de trabajadores (UIT) publicó en el sitio Kaosenlared un articulo titulado “Ajuste a la cubana” en cuyos párrafos calificó las medidas anunciadas por el régimen …“De continuidad y consecuencia de una política de restauración capitalista en Cuba, por eso se reinstaló la desigualdad social y la miseria que habían sido desterradas por la revolución socialista”—más adelante agregó—(…)…“que el modelo económico cubano, es desde hace rato, un capitalismo de multinacionales, empresas mixtas, y súper-explotación de sus trabajadores manejados por una burocracia corrupta, dictatorial y mentirosa”—asimismo, catalogó de brutal, la fundamentación de Raúl“de que hay que borrar para siempre la noción de que Cuba es el único país del mundo en el que se puede vivir sin trabajar”(Granma 2/8)—calificándolas de “cínicas mentiras”, puesto que—“Cuba es el único país del mundo donde se trabaja casi de gratis, ya que en 20 años los trabajadores cubanos perdieron 76% del valor de sus salarios”—Igualmente alegó—“que los sindicatos son oficinas del ministerio de trabajo, y sucursales de la dictadura del partió único… (…)y que el gobierno de los Castro y su Partido Comunista no está al servicio del pueblo cubano, por tanto, hay que reemplazarlo mediante la movilización, por un gobierno de trabajadores, para lograr el verdadero socialismo con democracia obrera”. También ilustró la capitalización de la sociedad cubana con las negociaciones para la construcción de 16 campos de golf y viviendas de lujo que posteriormente serán vendidas a multimillonarios, y citó, que la Carbonera Country Club Resort desde el año 2008 esta invirtiendo 400 millones en la construcción de 730 mansiones en torno a la marina, y los campos de golf cercanos a Varadero. Más adelante sublimó la imagen del Che Guevara, quien—según ella—“en todo momento criticó y denunció la burocratización públicamente”.
Pero resultó contradictorio que la articulista de la UIT halla ignorado, que el Che Guevara ese personaje que honró el popular proverbio “Del que ha hierro mata a hierro muere”, nos legó “el trabajo voluntario”, como formulación para obligar a los trabajadores cubanos a trabajar de gratis—y cuyo cúmulo de horas—formó parte de los índices para rivalizar en las asambleas sindicales por el otorgamiento de estímulos que comprendían desde un reloj despertador hasta un apartamento de micro-brigadas. Asimismo a los obreros cubanos para obtener un artículo de primera necesidad no le bastaba con ganar un sueldo, para conseguirlo, también debían conquistar la otra mitad del billete haciéndoles el juego político a los comunistas.
Tampoco es noticia que la dictadura en su afán “capitalista” ahora se dedique a vender palacetes a los millonarios, ya que en los años 90 convirtió a la isla en un gigantesco burdel para salvar el socialismo ofreciendo sexo barato como atracción turística, y los comunistas hemisféricos ni siquiera reaccionaron ante tal desprestigio. Si los bolcheviques latinoamericanos quieren proteger su imagen criticando a la moribunda dictadura de los Castro, lo mejor que pueden hacer es cambiar de ideología, a estas alturas resulta inconcebible que omitan habilidosamente los eventos transcurridos a lo largo de la historia, cuando todos sabemos que el comunismo internacional solo ha aportado a la causa de los trabajadores miseria, y más de 100 millones de cadáveres.
Antes del triunfo revolucionario, en Cuba había propiedades norteamericanas, tales como: centrales azucareros, compañías, y bancos, que otorgaban empleos y jugosos salarios a los trabajadores nacionales, sin embargo, todas aquellas empresas fueron expropiadas de un solo golpe, y los comunistas denigraron a sus obreros con el epíteto de “burguesía proletaria”.
En el año 1988, siendo yo trabajador de la Empresa de Servicios Técnicos Constructivos del MINSAP (ESTC) fui testigo del estallido de una huelga, a consecuencia de que la administración se opuso a pagar el sobre-cumplimiento de norma a los trabajadores de un área productiva. Recuerdo que el entonces secretario general de la Central de trabajadores de Cuba, Roberto Veiga se presentó en la entidad para establecer negociaciones con los huelguistas y como resultado los trabajadores perdieron el pleito, la empresa fue dividida en varias unidades, y se eliminó tajantemente la vinculación del salario con la norma—no escapa de mi memoria—que después de los sucesos, se levantó una valla con el slogan de “Donde hay un comunista se acaban las dificultades”—y apelo a esta ejemplificación—porque el incidente demostró que el recurso más usado por los comunistas es la demagogia.
En Abril del próximo año, los culpables de la debacle cubana se reunirán en el palacio de la convenciones, con guayaberas, portafolios, y choferes esperando en la puerta—por supuesto—para corear “la internacional”, levantar los brazos y ratificar al mismo tiempo una ringlera de sentencias que continuarán ahogando a los trabajadores de la isla. Igualmente como todos sabemos, los comunistas extranjeros invitados al cónclave, patentizarán su apoyo a la dictadura, y presumo que tras colocar una ofrenda floral en el monumento a José Martí, y antes de abordar el jet que los regresará a sus naciones, serán gratificados con un weekend en el balneario de Varadero.


“Mueren los hombres, el partido es inmortal” aducía un viejo eslogan que ni siquiera se escucha, o se exhibe como grafiti en alguna fachada de la Habana, lo cierto que los dirigentes cubanos—si Dios quiere— podrán vivir hasta 120 años, pero el partido comunista—para suerte de los obreros— hace bastante tiempo que fue amortajado por sus propios militantes.

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