Fuerzas policiales acordonan Iglesia

Pablo Méndez

Desde la tarde-noche del viernes 9 de septiembre tropas especiales del MININT acordonan la Iglesia Pentecostal, sita en Calzada de Infanta y Sta Martha, en el municipio Cerro.
En un despliegue policial sin precedentes, se calcula que más de dos centenares de guardias armados, y auxiliados por motoristas, perseguidoras y ambulancias, bloquean el tránsito por la Calzada de Infanta en el trayecto entre Desagüe y Amenidad. También están sitiadas las calles Retiro y Árbol Seco desde Desagüe hasta Manglar y Zaldo entre Infanta y Martha Abreu.
Casi 48 horas más tarde, la prensa oficialista (NTV) informó, que el pastor Braulio Herrera (separado por instancias superiores de iglesias cristianas desde mayo del 2010) y al menos 60 personas más, permanecen por voluntad propia congregados desde el 21 de agosto, además, entre los reunidos hay mujeres embarazadas y niños.
Según fuentes, (hermanos que pertenecieron a dicha congregación y solicitan el anonimato), aseguran que el pastor Braulio Herrera, desde mayo del 2010 fue removido de su liderazgo por irregularidades financieras, a partir de entonces se declaró en rebeldía y aún permanece al frente de dicho templo. Se calcula que más del 50% de sus integrantes han renunciado a la iglesia de Santa Martha y han decidido reunirse con otras hermandades, afirman que dicho ministro ha tergiversado “La Palabra de Dios”, igualmente otros han sido expulsados, por manifestar sus preocupaciones al respecto, al tiempo, que un cuerpo de seguridad interno se encarga de hacer cumplir las órdenes del citado líder.
El motivo por el cual Braulio Herrera y sus seguidores permanecen desde 21 de agosto encerrados en la iglesia, se debe a una supuesta revelación del Señor, quien le alertó: “Que pronto irrumpirá un mega tsunami en las costas cubanas, arrasará con todo y su iglesia será salvada por Jesucristo”.
Para permanecer en sus oraciones a la espera de la catástrofe, cuentan con importantes aprovisionamientos en víveres y combustibles; también los accesos al templo fueron sólidamente enrejados; otros aseguran que entre los integrantes hay personas dispuestas a atentar contra sus vidas, si se les fuerza a abandonar el local, entretanto, miembros de otras congregaciones manifiestan: “Que oran en sus templos y casas cultos, para que el pastor en rebeldía y sus seguidores recapaciten y se sobrepongan a la influencia del demonio”.El motivo por el cual la policía acordonó la zona, se debe a que familiares de los congregados están inquietos, temen por las vidas de sus allegados, los niños no acuden a las escuelas y ante su frustración arremetieron contra las rejas; asimismo las autoridades aislaron el perímetro para prevenir la ocurrencia de disturbios.