lunes, 3 de enero de 2011

El milagro de los peces y los panes


Por: Pablo Méndez

Juanita nació en 1912, cuando José Miguel Gómez era el presidente de la república, y desde sus memorias fluyen anécdotas del Machadato y recordaciones del desayuno escolar gratuito, de como construyeron la carretera central, el capitolio, y la revelación del fotingo modelo T.
A finales de los años veinte del pasado siglo, Juanita una matancera de pura cepa, vino para La Habana porque era de extracción humilde y necesitaba colocarse para ayudar a la familia. Luego se enamoró, se casó, tuvo tres hijos, fundó un modesto hogar en un interior de la calle Línea entre 22 y 24, y en la actualidad vive con su hija Rebeca, una meteoróloga ya retirada, quien se ocupa del cuidado de la ancianita.
Hace un año, Juanita se cayó, se fracturó la cadera, y como padece de osteoporosis (descalcificación de los huesos), sus familiares solicitaron al médico de la familia que le asignara una dieta de leche en polvo, sin embargo, el galeno les fundamentó: “Que según las reglas establecidas por el Ministerio de Salud Pública, para estipular dicho dictamen, Juanita debía estar encamada y al mismo tiempo mostrar escaras en la piel”.
El pasado 23 de Noviembre Juanita cumplió 98 años, su hija y nieta le compraron un cake, le cantaron el tradicional “felicidades en tu día”, y de súbito, también recibió el regalo de la oficina municipal de Trabajo y Seguridad Social, consistente en anular la pensión de 85 pesos que recibía todos los meses.
Con prontitud la hija se personó en la citada oficina para demandar una explicación, y la funcionaria que le recibió, le mostró un decreto cuyos párrafos ilustran detalladamente que un núcleo de dos personas, según un listado oficial de precios, puede comprar con 158 pesos MN (equivalentes a 7 dólares USD) los víveres asignados mensualmente por la canasta básica—¡y no sólo eso!—también pueden pagar la electricidad; el gas, el agua, el teléfono, las medicinas, el transporte, el crédito bancario del refrigerador marca HAIER que le cambiaron, además, para sazonar las comidas puede adquirir en las redes de agro-mercados: pimientos y cebollas a precios que oscilan entre los 40 y 20 pesos el Kg; dos cabezas de ajo por 5 pesos, un Kg de limón por 20 pesos, ají cachucha por 40 pesos el Kg, un litro de puré tomate a 30 pesos, también pueden hacer un guisito de maíz costeando las mazorcas a 2 pesos, puede echarle un Kg de malanga a 7 pesos, también un pedacito de calabaza a 8 pesos el kg, y adjuntarle un trocito de carne de cerdo valorado en 60 pesos el Kg—y por si fuera poco— la leche en polvo debe conseguirla en la shopping (si existe en los almacenes) a un costo de más de 3 CUC (3,6 dólares USD) el Kg. Según expresó Rebeca, el idealismo de los directivos de Seguridad Social del municipio Plaza de la Revolución ha empequeñecido el famoso milagro de los peces y los panes descrito en el Evangelio.Ahora Juanita Herrera Cuellar, una anciana que fue testigo ocular de la inauguración de los túneles de Línea y Calzada, de como la municipalidad de Marianao se convirtió en “La Ciudad que progresaba”, mientras los edificios del Vedado se elevaban para rascar el cielo y reanimar la urbe. También razona que Dios le ha dado vida para comprobar—¡como un simple litro de leche!—algo que hace más de 50 años le ponían todos los días en la puerta de su casa a un precio asequible, en la actualidad se ha convertido en un articulo de consumo casi imposible de obtener.

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