lunes, 24 de enero de 2011

SANGSUNG o LG


Por: Pablo Méndez

Jacinto y Noelia viven en calle C del Vedado habanero, justo en las proximidades del hospital Piti Fajardo, él cumplió 90 años y ella 80, no tienen hijos ni familiares cercanos en el país.
Hace más de tres años, a él le diagnosticaron cáncer en la próstata, padecimiento que le ha relegado a las cuatro paredes de su apartamento, entretanto, ella contrajo el dengue hemorrágico y perdió la visión de un ojo, pero tal angustia no le impide ocuparse de los quehaceres hogareños entre los que se destaca el lavado de ropas, que acomete gracias a una lavadora automática comprada en los años 80, sin embargo, después de casi treinta años de explotación el equipo comenzó a presentar problemas técnicos e inmediatamente llamaron al mecánico, quien dictaminó que la máquina no admitía más inventos, por tanto, les recomendó comprar un equipo nuevo.
Asimismo, los ancianos recurrieron a sus familiares en el extranjero para conseguir el dinero y pidieron recomendación al especialista para efectuar la compra, quien les sugirió las marcas LG, o SANGSUNG de fabricación coreana, sin embargo, las citadas lavadoras fueron recogidas de las redes comerciales para en su lugar ofertar la de marca JINLING-RUNCH de manufactura china, cuyo modelo tiene un precio de 555,65 CUC (665 dólares USD), con dos años de garantía.
Como el mecánico no tiene referencias de la marca JINLING-RUNCH, resolvió indagar con los empleados de algunas tiendas, alegando para ello, la necesidad de garantía que tenían los ancianos compradores, y la respuesta fue que dichos artefactos no son buenos técnicamente, incluso el porciento de devoluciones es alto.
A la pregunta: de ¿a dónde fueron a para las lavadoras LG, y SANGSUNG?, subrepticiamente se pudo conocer que fueron almacenadas en la tienda “El Arte” sita en las calles Reina y Águila, municipio Centro Habana, para ser vendidas a los miembros de las FAR (fuerzas armadas) a precios veinte veces menor, y en moneda nacional.
Como Noelia no tiene salud para lavar en un equipo semiautomático, el mecánico decidió hacerle otro remiendo al cacharrito para dar tiempo a que alguna amistad con acceso a internet, le halle una oferta en el sitio de compras y ventas “Revolico.com”.

Del mismo modo, Jacinto y Noelia no se explican por qué las tiendas están abarrotadas de electrodomésticos de fabricación china, mientras el pueblo no tiene acceso a otras opciones y la posibilidad de elegir una marca que técnicamente les reporte más seguridad. Ellos están dispuestos a pagar su precio, puesto que no reclaman lujos, sólo pretenden llegar al fin de sus días con tranquilidad, y sin la preocupación de que la lavadora se rompa.

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