lunes, 10 de enero de 2011

Un cambio que puede hacer justicia


Por: Pablo Méndez

El Consejo de Estado de la República de Cuba, a propuesta de su presidente, anunció el jueves 6 de Enero la liberación del comandante Ramiro Valdés Menéndez como ministro de las comunicaciones y la informática para desempeñar a tiempo completo sus menesteres en la vicepresidencia del Consejo de Ministros, nombrando en su lugar al general de brigada Medardo Díaz Toledo.
Cabe reconocerse que el nombramiento de Medardo Díaz, un ingeniero en telecomunicaciones causa expectativas entre los trabajadores del ramo. Asimismo, con su investidura, se oxigena la esperanza de que el actual presidente de la corporación ETECSA sea destituido.
Miamír Mesa, titular de ETECSA, es señalado por los trabajadores como un incapaz, y al mismo tiempo principal causante del mayor desastre financiero de la corporación, cuya debacle causó la retirada de la compañía italiana TELECOM compartidora del capital mixto. Según denuncia la vox pópuli del organismo, el susodicho personaje no ascendió al cargo por la excelencia en su gestión como directivo, muy al contrario, se valió de la astucia y la intriga para obtenerlo.
Su antecesor el ingeniero José García, es considerado por los trabajadores de la corporación, como un especialista de primer grado en las telecomunicaciones y la mercadotecnia. Demostró ser un cuadro muy capaz, durante su administración realzó el incremento de los ingresos, la eficiencia, y las inversiones, además, conformó un grupo de dirección y tecnócratas que respondían a sus exigencias, entre los que se encontraba el señor Miamír pero con un cargo de menor importancia. Durante la presidencia de García, este priorizó más los intereses empresariales que los partidistas.
Tan pronto Ramiro fue llamado a encabezar el MINCOI, el señor Miamír Mesa y la resentida dirigencia política del centro se confabularon para destituir a García acusándole de corrupto, y de adquirir un equipamiento en Israel, cuya tecnología, la más avanzada del mundo, según fundamentaron los intrigantes, podía ser utilizada para el espionaje.
García fue encarcelado durante 72 días para ser investigado, al tiempo que su domicilio fue sometido a un minucioso registro, sin embargo, los resultados de las pesquisas fueron nulos, entretanto, Miamir con el apoyo de los apparatchiks, se agenció la silla presidencial, y eliminó a los competidores mediante la purga de los profesionales más capaces y más próximos a su antecesor.
Con la nueva presidencia la prioridad número uno de la corporación ETECSA, (una de las entidades que más ingresos aportaba al país) no se tradujo en el incremento y mejoría de los servicios, sino en “La defensa de la Patria, más el cumplimiento de todas las tareas partidistas”. Su nuevo presidente, envés de mostrar logros, se regodeaba de criticar el trabajo de García, quien centraba sus propósitos en crear mejores condiciones infraestructurales para el desarrollo de las telecomunicaciones. Por ejemplo: El hecho de que los locales de prestaciones de servicios estuvieran pintados y exhibieran cuadros y serigrafías de artistas cubanos, para el señor Miamír constituía un despilfarro, y ordenó, que fueran retiradas las obras pictóricas para colocar en su lugar imágenes de líderes revolucionarios.
Supongo que Miamír Mesa se sintió como una vaca sagrada mientras el comandante Ramiro Valdés fue titular de las comunicaciones y la informática, personaje que Fidel metió en el frigorífico desde los años 80, y se mantuvo en el blackout de la industria electrónica, hasta que Raúl, tras ascender a la máxima magistratura del país, le invistió de ministro por su afinidad a la meritocracia. Si Miamír Mesa no sale catapultado de la silla presidencial de ETECSA, entonces, el discurso pronunciado por Raúl Castro en la clausura del último periodo de sesiones de la Asamblea Nacional, es pura fanfarria.

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