lunes, 23 de mayo de 2011

Locomotoras antiguas invaden La Habana

Pablo Méndez

Más de 25 locomotoras de vapor que prestaban servicios en los centrales azucareros de otras provincias, están siendo almacenadas a la intemperie en un terreno de la calle Dragones, e/n Industria y Amistad, en el municipio Centro Habana.
El jueves 19 de mayo, un grupo de trabajadores auxiliados por una grúa y un cabrestante, ensamblaron un tramo de línea, y tras una peligrosa maniobra, bajaron una locomotora desde un camión articulado.
A la pregunta de— ¿Cuál es el propósito, de este trasiego?— testigos presenciales creen que la Oficina del Historiador de la ciudad pretende restaurarlas y fundar un museo ferroviario, además, algunos aseguran que pronto se inaugurará un tramo de vía para ofertar excursiones a los turistas con estos artefactos movidos por vapor.
En la actualidad 6 locomotoras restauradas se exhiben en el parque de Arsenal, al frente de la terminal de ferrocarriles de La Habana, otras 3 ya están montadas sobre rieles cerca de la antigua Naviera “Warm Line”, localizada en la Avenida del Puerto y también en las proximidades de un almacén donde se ofertan artesanías nacionales y suvenires a los turistas.
Cuba fue el sexto país del mundo en instalar el camino de hierro, incluso, antes que su metrópoli España, y debido a la forma alargada de nuestra isla, el transporte ferroviario es considerado como la segunda alternativa más económica de traslado de cargas, después del cabotaje.
Estas locomotoras que reposan como antigüedades se mantuvieron activas hasta la década de los 90, época en que la industria azucarera dejó de ser el principal renglón económico cubano, para abrirle paso al turismo como principal fuente de ingresos, dichas máquinas de tecnología inglesa y norteamericana, se movían quemando carbón de piedra, bagazo de caña, o leña, y procuraban mayor eficiencia en el proceso azucarero, que necesita imperiosamente minimizar el consumo de petróleo.Estos amasijos de hierro en avanzado estado de desgaste que hoy reposan a escasos metros del “kilometro cero” de la República de Cuba, contribuyeron al progreso de la isla desde la época de la colonia.

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