lunes, 23 de agosto de 2010

Los bifocales del comandante


Por: Pablo Méndez

Desde que Fidel Castro retornó para revitalizar el auge del discurso populista, sus columnas de “Reflexiones” han invadido todos los espacios noticiosos de la televisión cubana, abordando con reitero—y a veces—durante más de 40 minutos, cuantos problemas políticos, económicos, y del medio ambiente en la actualidad angustian a los habitantes del globo terráqueo. Pero—sin dudas—su mayor empeño se ha centrado en manufacturar un guión para su premeditado remake del Apocalipsis Now.
Sin embargo, cuando enfoca sus análisis, tal parece, que se resiste a usar lentes para ver de cerca, y en sus parrafadas ignora los avatares internos de la isla caribeña—y baso mi observancia—puesto que en uno de sus más recientes articularios, titulado— ¿Acaso exagero?—expone (según argumentos de una investigación publicada por la Universidad de Beloit) la ignorancia de los universitarios norteamericanos que se graduarán en el 2014, entre las que se destacan: que Miguel Ángel es un virus informático; sus creencias de que Beethoven es un perro que conocieron en un film, el desconocimiento de que Checoslovaquia existió, la afirmación de que EE UU, México, y Canadá siempre pertenecieron al TLC, y que los automóviles coreanos han rodado todo el tiempo por las carreteras estadounidenses—y más aún—metió “ruidos en el sistema” con la subrepticia preocupación de que la citada potencia con más de 8 mil armas nucleares en el futuro podría ser gobernada por tales ignorantes.
Asimismo la vox pópuli está consciente de que Cuba también exhibe sus notables records en materia de desconocimientos, y para ejemplificarlo ilustro, que cuando asistí a una reciente proyección en la sala Charles Chaplin del ICAIC escuché por boca de una profesora universitaria que se había sentado en una luneta próxima a la mía, su alarma, y al mismo tiempo su preocupación porque en una prueba ortográfica realizada a los estudiantes del ISPJAE, la palabra “himno”, se había escrito sin “H” por más del 60% de los evaluados. También, y gracias a un film elaborado por estudiantes del ISA, pude comprobar la ignorancia que lastran algunos profesores que ejercitan su oficio en nuestras escuelas primarias y secundarias, agregándole por vía inductiva la desinformación de algunos estudiantes, incluso determinados burócratas—que no supieron contestar a los realizadores—cuantas guerras mundiales han ocurrido hasta la fecha; el sitio donde nació Antonio Maceo, quién diseñó nuestro escudo y bandera nacional, a dónde lanzaron las bombas atómicas—y lo más aberrante de toda este sondeo—fue la animadversión de los entrevistados cuando discurrieron sobre un supuesto muro levantado por los norteamericanos en los “lindes” de EE UU y Australia—igualmente—quiero agregar a toda esta gama de torpezas, que en una fachada del hospital Salvador Allende (antigua Covadonga)—con mis propios ojos—vi delineado un mapa de la isla de Cuba, dónde la península de Zapata fue demarcada al sur de Camagüey—además—debo también añadir que dicha cartografía entronizaba un sinnúmero de grafitis pro-gubernamentales.
Lo cierto es que concuerdo con Castro en cuanto a la preocupación que genera el estallido de la ignorancia en los centros de estudios, puesto que seria horripilante que los cirujanos que manipulan los escarpelos para abrir nuestros vientres, o los ingenieros que diseñan las estructuras de las edificaciones erigidas sobre nuestras cabezas integren esa pre mencionada fauna de analfa-burros. Por tanto, considero que tal nebulosa originada por la censura de la prensa libre, la internet, más la manipulación de los medios con fines ideológicos, es un detonante tan peligroso como la ignición de las armas nucleares.

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