Pablo Méndez
David Rosell ex-trabajador de la corporación CUBALSE, lleva más de un año sin trabajar. Está enfermo, ha adelgazado, las retinas de sus ojos tienen un color amarillento, padece un decaimiento que le produce continuos mareos, los hemogramas precisan que tiene anemia, ha visitado varios hospitales y los especialistas no han logrado emitirle un diagnóstico. Después de muchos esfuerzos, logró que su caso fuera remitido al hospital Hermanos Almeijeiras de Centro Habana, allí se concluyó que tiene una enfermedad hepática, pero se requiere de un ingreso para seguirle investigando y aplicarle un tratamiento, pero no hay camas disponibles.
Los vecinos de la ciudadela de la calle 14 Nº 59 e/n Línea y 11 en el Vedado donde reside se sienten preocupados, David lleva dos días sin levantarse de la cama, la madre se muestra impotente teme perder a su único hijo—“Resulta imposible creer, que en un hospital tan grande no haya sitio para él—alegó una vecina que prefiere el anonimato—“Si ellos tuvieran influencias o dinero, ya hace rato que hubieran resuelto, lo cierto es que “la Salud” que recibimos los cubanos es deficiente, y dista mucho de los servicios que ofrecen a otros países como Haití, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, donde el MINSAP muestra una fachada más eficaz”—Entretanto, David que está en muy delicado y todos temen por su vida, permanece acostado en una cama a la espera de otra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario