lunes, 2 de noviembre de 2009

¡Cayó el telón! Por: Pablo Méndez




Retornó a la palestra de Naciones Unidas el diferendo por el embargo económico entre las administraciones estadounidenses y cubanas —y como ya es tradicional—los votos se volcaron a favor de la isla caribeña.
Y reitero desacuerdo a nivel de gobiernos, amparado en los siguientes argumentos: — ¿Cree atrayente para los cubanos que granjeros americanos vendan carne de bobino al régimen, para que este la expenda a 22 dólares el kg y no podamos adquirirla porque el precio es superior a nuestro salario mensual?— ¿Acaso interesaría a cualquier paisano la entrada de cruceros repletados de turistas norteamericanos en nuestros puertos, cuando las utilidades van a parar a los bolsillos del estado y nosotros seguiremos devengando por cada hora 7 céntimos de dólar?—¡Ah, y ni siquiera soñar con tener una camioneta Ford!—porque éstas sólo serán asignadas a los integrantes de la nomenklatura partidista.
Los cubanos demandan con más urgencia, el derecho a viajar adonde les plazca sin dar cuentas a nadie, expresarse libremente. Tener acceso a la prensa libre para informarse. Elegir a sus dirigentes en un clima democrático y pluralista. Además necesitan dar riendas sueltas a su capacidad individual en un ambiente de economía de mercado que proporcione bienestar a su pueblo—Sin embargo—las únicas murallas que bloquean tales aspiraciones son erigidas por el gobierno del caimán antillano.
Estoy seguro que si en la Asamblea General hubiera un político sagaz y sin pelos en la lengua. Tras concluir la intervención del señor Rodríguez le hubiera preguntado:
— ¿Es tan malo el comunismo cubano que necesita de las bondades económicas, y la tecnología del imperialismo, para dar de comer a su pueblo, y edificar una sociedad próspera?—
Pero esta pregunta ni siquiera perturbaría la percepción de los representantes en el citado organismo mundial que pulsaron botones para librarse del embrollo acontecido todos los años, y a la misma hora, en el rectángulo de New York.
El canciller acogiéndose a su derecho de réplica, llamó nuevamente a un dialogo—de tú a tú—entre las administraciones litigantes. A mi entender algo inverosímil hasta para una comedia de absurdos. No obstante pese a los resultados que puedan derivarse de tales encuentros—ya anunciados en cartelera—estos carecerían de valor si el pueblo no es consultado mediante un referéndum nacional, ya que él, y sólo él, ha sufrido los embates del embargo, más el bloqueo totalitario. Señores, es hora de tomar conciencia. Cuba está dividida en dos bandos: “nosotros” y “ellos”.

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