lunes, 16 de noviembre de 2009

El temor de los jorocones Por: Pablo Méndez




El canciller cubano, exclamó: — ¡Cuba es una nación democrática!—y tal parafraseo resonó en el plenario de la Asamblea General, cuyo recinto en forma de inodoro invertido, sublima las peroratas excrementicias en vez de descargarlas en un tanque séptico.
No es de extrañar que tal show hiciera detonar aplausos—puesto que hoy por hoy—la ONU, la meca de la opinión pública internacional cuya misión es salvaguardar la paz, y los derechos humanos, es un asco, un desperdicio, por obra y gracia de un gremio de dictaduras.
—Y es tan risible la faramalla—Que el régimen cubano ha creado una imagen ilusoria de batas blancas que salvan vidas y curan desamparados ejercitando la generosidad, y el altruismo. Entretanto, priva a su pueblo de los derechos fundamentales como: la democracia, el pluralismo, la libre expresión, y una economía de mercado llamada a resolver sus penurias.
Anteayer, sus gorilas golpearon a varios colegas, entre ellos a Yoany Sánchez, una fémina de apenas 50 kg de peso, (todos integrantes de un comando bloguero que exponen a través del ciber espacio los indigestos del totalitarismo) —“cuya punible transgresión”—fue convocar una marcha por la no-violencia a lo largo de la calle G.
Entonces nos preguntamos— ¿a qué le temen los gorilas de las nieblas?—sienten miedo porque se exacerben los ánimos de un pueblo que marcharía cabizbajo endureciendo sus rostros. Creen que esta muchedumbre de machos y hembras acostumbrados a obedecer, puedan desatar un Tsunami asesino capaz de desenterrar cadáveres y arrastrarlos por las calles como hizo hace 76 años— ¿Qué le pasa a esos jorocones?—Tiemblan sólo de pensar que esa fuerza iracunda no podrá ser intimidada por sus tanques y francotiradores.
Señores, ténganlo por seguro, hoy, “nosotros” nos acostamos con hambre, pero “ellos”, se están cagando de miedo.

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