lunes, 22 de marzo de 2010

Los perros ladran


Por: Pablo Méndez

Después del KO propinado por la sentencia de los eurodiputados, saltan sobre cenáculo de la Mesa Redonda la perrería de Randy, Ubieta, Taladrid, y Derivet, para volcar sus ladridos contra la—“campaña mediática”—eufemística aplicada por el régimen cubano a la condena mundial tras el deceso por huelga de hambre del preso político Orlando Zapata, el ayuno del opositor Guillermo Fariñas, y el peregrinaje de las Damas de Blanco por toda la ciudad.
Pero en esta ocasión la jauría reconoce que la arremetida de la prensa mundial se ha efectuado con un nivel de profesionalismo tal, que saltan a colofón el diario el País, el escritor Vargas Llosa, la habilidad periodística de una industria calificada por la lic. Derivet como un gran consorcio, además, del mismo modo, reconoce que el estilo narrativo es impecable, y ejemplifica elogiosamente—el titular la “Primavera Negra”—como una manufactura brillante, cuya campaña la sorprendió de gira por Roma, y fue obligada “a aferrarse a la historia de su país”, ante la imposibilidad de defender lo indefendible en un basto océano de prensa libre.
Por otra parte el lic Taladrid preguntó: — “¿Qué demandan las Damas de Blanco?”— agregando con cinismo que “sus esposos disfrutan de todo tipo de atenciones en las cárceles cubanas”—y por supuesto—irrumpieron las imágenes de las porras acosando a las citadas “mercenarias” que vestidas de blanco marchaban por las calles del Vedado, y Centro Habana, esgrimiendo gladiolos a la altura de sus pechos, y ni siquiera se inmutaban ante las andanadas de improperios lanzados por las turbas, entretanto, las videocámaras cubrían la presencia de diplomáticos occidentales que se mantuvieron a la observancia de las actitudes homicidas que pudieran desencadenar las porristas profesionales. Sin embargo el licenciado de marras no argumentó en ningún momento de su intervención—¿El por qué las Damas de Blanco no gozan del mismo derecho que tienen las esposas de los 5 espías en sus peticiones de absolución, y revisión de causas?—¿Por qué no pueden crear fundaciones en otros países para promocionar la liberación de sus esposos, y acudir a mítines, y vigilias?—¿Alguien considera que las mencionadas Damas están de acuerdo con el castigo que aplicaron a sus compañeros?—¿El gobierno le otorga una pensión que cubra sus necesidades?—¿Su nivel de vida es comparable con el que poseen los familiares de los 5 antedichos espías, a pesar del dinero recibido?— Asimismo rechinaron a través de los micrófonos las expresiones soeces, de los “ofendidos revolucionarios”—¡El dinero, el dinero que reciben los mercenarios!—es lo que más exacerba sus ánimos, sin embargo, paradójicamente poco les interesa el suyo, si analizamos que en la corporación Cubanacán, y en la Aeronáutica Civil los desfalcos de sus directivos alcanzaron cifras millonarias, además, también podemos sumarle el derroche de la estratósfera dirigente considerada de imparable según las murmuraciones callejeras, no obstante esta “masa tan susceptible”, y tan ofendida por el dinero que reciben los disidentes ni siquiera ha demandado castigo para los ladrones que saquean las arcas del pueblo, por tanto, incongruentemente sólo les importa el peculio que reciben los “mercenarios”, algo, al parecer contradictorio ante cualquier mente lúcida.
Y es por eso que existe la Mesa Redonda donde los canes del régimen utilizan sus habilidades comunicativas para fabricar idiotas, aprovechando las bondades otorgadas por la ausencia de una prensa pluralista más el impermeable retén radiofónico, que impide a los cubanos el acceso a una información mundial. No obstante, una verdadera campaña mediática contra la Unión Europea descorre su velo por Cubavisión donde se contraponen las imágenes de los contingentes antidisturbios que arremetieron contra los violentos manifestantes de la capital griega, y las pacíficas Damas de Blanco que marchaban asediadas por el vilipendio oral de las porras castristas.
Los perros ladran, en un entorno silencioso, en un ambiente propicio, para desinformar al pueblo, puesto que temen que los cubanos observen a través de video-reproducciones la masacre de Tianamen, y evidencien con sus propios ojos como los tanques del ejército chino se abalanzaron contra las multitudes de estudiantes para ahogarlos en un mar de sangre. También censuran las fotografías de Orlando Zapata, y Guillermo Fariñas en cuyos rostros podemos advertir el estigma dejado por las cárceles cubanas, — ¿por qué lo hacen?— ¿acaso les preocupa su comparación con la morfología saludable de los cinco espías cubanos encarcelados en EE UU? Por consiguiente los ladridos del Lic Taladrid, y sus compañeros de jauría proseguirán atronando en la Mesa Redonda— ¡claro!— a sus amos les inquieta la posibilidad de que el pueblo cubano “saque sus propias conclusiones”.

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